Tatyana Sergeyevna (Nina Ivanova) es una joven profesora de literatura rusa que es asignada a trabajar en una ciudad provincial e industrial, las clases las da en una escuela para adultos donde asisten los jóvenes obreros de una fábrica de metalurgia, ante la maraña de población que se encuentra en la escuela la mayoría desinteresados, destaca Sasha Savchenko (Nikolay Rybnikov), un joven que se enamora de ella.

Sasha por momentos irritante pero fiel trabajador llega a desesperar a su maestra, protagonista ya de por sí superada por un contexto que le es complicado, al recibir el rechazo de algún grupo de personas. A fin de cuentas, lo que busca reflejar el filme es la diferencia de clases, ella probablemente fruto de una familia pudiente, mientras él y sus pares, cercanos al lado obrero.

Que esto en el contexto soviético de mediados de los años cincuenta no es para nada un punto irrelevante, es probable que lo que buscaban sus realizadores era acercar a las masas en su intento por crear una sociedad sin clases sociales, teniendo entonces además de un romance, un interesante intrincado melodramático de lo diferentes que son ambos protagonistas y como esto marcará el metraje.

El guion de la película fue escrito por Feliks Mironer, su primer trabajo inspirado en el cortometraje Baryshnya i khuligan (La señorita y el gamberro, 1918) de Yevgeni Slavinsky y Vladimir Mayakovsky. Trasladando las acciones a una ciudad provinciana, el largometraje fue filmado en Zaporiyia, ciudad ucraniana lejana del tumulto citadino de Leningrado o Moscú.

De hecho, la pareja de realizadores -también debutantes- optan por esto para acercar aun más al espectador y que estos se sientan identificados con lo que observan en pantalla, dejando claras muestras de la masa proletaria que el Estado soviético estaba construyendo y que gracias a la liberalización del arte fílmico vivida a mediados de los cincuenta pudo estrenarse sin problemas.

Hablando propiamente de la película en sí, Vesna na Zarechnoy ulitse cuenta con un argumento bastante sencillo y un desarrollo sin mayores distracciones, con algunas secuencias poéticas donde deslumbra la visita de Tatyana a la fabrica que a su vez le va a ayudar a comprender mucho del contexto en el que se encuentra.

Filme correcto y agradable.