Vaya, resulta que soy el primero en soltar la perorata. No es que sea tan famosa como Ivanhoe o Rob Roy, otras obras adaptadas de Walter Scott, pero merece la pena echar un vistazo tanto a la novela como al film. Rex Harrison hace de Saladino, saliendo triunfante y George Sanders realiza un Ricardo I más cercano a lo que en realidad fue este fugaz rey, un tanto mezquino y compulsivo, ignorando la figura idealista que de él se suele tener. El guionista adapta bien la obra, y copia al pie de la letra algunas de las frases de la novela, que yo considero un acierto... no lo que no se puede mejorar no se toca...
En fin, entretenida, de esas de aventuras de los Sábados en la primera durante los ochenta.
A ver si ahora se anima alguno más. Saludo.