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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de MatiasR:
8
Animación. Ciencia ficción. Fantástico. Drama "The End of Evangelion" es una película de anime japonesa que sustituye a los dos últimos capítulos de la serie "Neon Genesis Evangelion". El final de dicha serie disgustó a un amplio sector de los seguidores, que se quejaron por la cantidad de incógnitas sin resolver y asuntos sin concluir en la trama, y por lo excesivamente filosófico del último episodio. Eso dio lugar a que se realizaran dos películas: Evangelion: "Death and Rebirth" ... [+]
4 de agosto de 2014
41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viéndolo con perspectiva, el final ambiguo de Evangelion, su desmesurado éxito y las quejas de muchos aficionados, eran tres condiciones más que suficientes para que se realizara alguna extensión a la historia que le diera un poco más de “luz” a un cierre que había sido muchas cosas, pero no claro, ni conciso. Los problemas de presupuesto obligaron a Anno a cambiar un poco el tono del final y algunas cuestiones quedaron afuera.

En primer lugar, aclaro que yo interpreto esta película como un complemento del final del anime y no como su reemplazo, debido a que el largometraje ubica la historia, principalmente, en un plano físico que involucra a todos los personajes, mientras que la serie se enfocó más en la psicología de los personajes principales. El resultado es un cierre más completo, pero no definitivo, como lo prueba el reinicio de la franquicia que se hizo hace unos años, que todavía no terminó.

La historia retoma y continua el estilo de la segunda parte de la serie con mucha precisión, ya que la trama se mantiene tan enrevesada como siempre (y avanza a un ritmo vertiginoso), el tono depresivo/catártico “inunda” cada plano, los golpes bajos se suceden uno atrás de otro y los personajes siguen “rotos” como en la serie. En relación con este punto, Shinji, el protagonista, está en el fondo del abismo, perdido en las instalaciones de NERV como un alma en pena, mientras el mundo se deshace (literal y figurativamente) a su alrededor. Y si bien es cierto que el personaje atraviesa muchas situaciones difíciles, también creo que su retroceso se exagera bastante y, a veces, queda un poco desubicado.

Es decir, en veinte minutos de metraje, Shinji pasa de la búsqueda desesperada por algo de reconocimiento o ayuda, a una completa abstracción/desinterés por sí mismo y por los demás. Mientras algunas de esas personas, a las que les pide ese reconocimiento, todavía lo necesitan. No afirmo que su “progreso” como personaje sea malo. De hecho, en la serie, y a pesar de que contrasta con el prototipo del protagonista héroe, uno consigue empatizar con muchos de sus miedos y sus dudas. Pero aquí su recaída es bastante pronunciada y esa enajenación del mundo, en varios momentos decisivos, termina produciendo un poco de hastío y desesperación.

Por otra parte, y en contraste con la actitud de Shinji, otros personajes secundarios (pero relevantes) asumen un posicionamiento más activo. Destacándose el personaje de Misato, quien asume la responsabilidad por Shinji, y Asuka quien lucha desesperadamente por su vida, en una de las mejores escenas, no sólo de la película sino de toda la saga, debido a una animación muy bien coreografiada, con sangre salpicando toda la pantalla, y una música “suave”, pero que encuentra el tono justo para trasmitir la intensidad y el dramatismo que merece la escena.

La animación es impecable, sobretodo a partir de la segunda mitad, cuando Anno opta por llenar la pantalla de dibujos e imágenes muy sugerentes, con una enorme carga simbólica, para narrar la etapa crucial del film. Además, la música elegida (al igual que en la serie) siempre da en la tecla adecuada. Por ejemplo: la canción “Komm susser tod”, que suena de fondo en dicho instante trascendente, tiene la letra y la melodía apropiada para convertir a dicha escena en una de las más perturbadoras y brillantes de toda la película.

Sin embargo, detrás de la trama compleja, y de muchas de esas imágenes que están abiertas a la interpretación del espectador (como dijo el propio creador de Evangelion), se esconden dilemas más cotidianos y que son los que verdaderamente le importan al autor: el miedo a la soledad pero también a relacionarse con las personas, el desafío de aceptarse a uno mismo para poder aceptar a los demás, y el beneficio de un vínculo real pero con el riesgo de ser lastimado en el camino. Todo el largo clímax final está al servicio del planteamiento de esta cuestión. De hecho, mientras el mundo se derrumba a su alrededor, el protagonista se pregunta: “¿Dónde puedo encontrar la felicidad?” Así de sencillo y así de complicado. Y, a fin de cuentas, Evangelion siempre trató de eso. Una gran obra, sin dudas, imprescindible y emblemática en el género de animación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
MatiasR
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