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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama Los amigos Andreas y Simon son dos policías que viven de forma muy diferente. Andreas es feliz con su mujer y su hijo; Simon acaba de divorciarse y se emborracha regularmente. Todo cambiará cuando intervienen en la pelea de una joven pareja de yonquis y descubren a un bebé en un armario. Andreas, el hombre estable, obligado a enfrentarse a su impotencia, empieza a perder su idea de lo que la justicia significa. El rebelde Simon deberá ... [+]
13 de abril de 2015
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El de Susanne Bier es más un cine de contrastes que de matices. En sus películas siempre colisionan dos modelos de vida, dos personajes con un bagaje muy diferente, dos cosmovisiones que, al chocar, derivan en conflicto. Podría decirse que a Bier le gusta narrar a partir de antónimos, cuanto menos de complementos, como si la cineasta danesa siempre necesitase de un elemento externo para contraponer sus premisas. Un discurso que ya conocemos, pero que Bier defiende con una eficacia y vehemencia admirables.

Una segunda oportunidad se acoge a la estructura habitual de las ficciones de Bier. Una pareja de drogadictos descuida a su bebé de pocas semanas. En paralelo, un policía pierde a su hijo recién nacido de forma accidental. La respuesta es extrema: el personaje rapta al pequeño de la familia contraria, dando pie a una investigación y a una doble tragedia que tomará derroteros inesperados. Bier narra su particular cuento sobre las ironías de la justicia y los constantes lazos entre el bien y el mal sirviéndose de sus constantes habituales: especial delectación por los planos descarnados (las tomas con el bebé rodeado de inmundicia logran que la platea responda con un quejido), los diálogos incómodos (todos los personaje rozan la histeria en algún momento del relato) y los azarosos mecanismos del destino (los seres del film se unen y se separan, se juntan y se repelen, según principios que el espectador nunca puede prever).

De nuevo, el conjunto vuelve a funcionar, pone contra las cuerdas el aguante y los revestimientos morales del espectador (Bier consigue que nos preguntemos qué harías nosotros en una situación como la que vemos en pantalla), y se resuelve con un sentido de la acción realmente admirable. Con todo, es imposible no tener la sensación de que Bier no sólo está filmando una cinta que ya ha rodado, sino que lo hace de una forma que, al intentar ser excesivamente naturalista, puede resultar un tanto desagradable. Pero Bier nunca ha sido comedida, y a estas alturas no se le pueden pedir peras al olmo. Bier repite fórmula, pero lo hace con una notable capacidad de lucha: se nota que Bier cree en lo que hace y en lo que está contando, y los fotogramas del film, inevitablemente, se contagian de esa furia artística. Por nuestra parte, merece una segunda oportunidad en forma de nuevos visionados.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com.es/
Xavier Vidal
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