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Voto de Lafuente Estefanía:
7
Western. Romance En 1865, una vez terminada la guerra de Secesión, Owen Devereaux (Glenn Ford) un sádico coronel del ejército de la Unión, regresa a su tierra, en Colorado. Allí es recibido como un héroe, junto a su colega y amigo el capitán Del Stewart (William Holden). El coronel Deveraux ha dejado tras de sí un reguero de violencia y de muertes innecesarias. El capitán Stewart teme que el conflicto lo haya trastornado. Caroline Emmet (Ellen Drew), la ... [+]
9 de febrero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos hemos acordado de Francisco de Goya al contemplar este "Hombre de Colorado" por los desastres de las guerras. No solo por las vidas humanas que se cobran ni por las heridas físicas que producen. También por los traumas psíquicos que dejan.
Acabada la guerra civil, todo parece feliz para el coronel Owen Devereaux (Ford), su amigo el capitán Del Stewart (Holden), así como para el sargento Jericho (Millican) y el resto de la tropa que marchó desde Colorado para defender el pabellón vencedor del Norte.
Recibimiento apoteósico al volver a su ciudad: música, banderas, carteles, discursos ... y la bella Caroline (Drew) a cuya mano aspiran ansiosos los dos oficiales.
También esperan los oportunistas de turno, que no dudan en aprovechar el prestigio de Owen para ofrecerle el cargo de juez y ganarlo así para su causa. Que no es otra que hacerse con las concesiones mineras que habían dejado de explotar los pobres soldados que marcharon al frente, "No podéis seguir viviendo de la guerra el resto de vuestros días".
Es entonces cuando empieza a desarrollarse un comportamiento anómalo en el antiguo coronel. Algo que venía de atrás pero que la propia guerra había enmascarado: la pérdida del sentido de la vida, los sentimientos de odio, desesperación, ira y violencia.
Sus antiguos camaradas no tardarán en sufrir las consecuencias del desvarío de sus sentencias. Está "Loco por el poder", lo acusan, "Hay dos clases de justicia, la suya y la de los demás". Se convierte pronto en una nueva versión de "El juez de la horca".
El primero en advertir la crisis psicológica es Del, pero luego queda también claro para Caroline y sobre todo para el doctor Merriam (Buchanan). Pero ya es tarde.
Padece sin duda un trastorno de estrés postraumático que afecta a veces la salud mental de antiguos soldados. Algo parecido al síndrome de la neurosis de guerra ya descrito en 1871 por el médico militar Jacob DaCosta en soldados que participaron precisamente en la guerra de Secesión.
La cinta trae a colación los desastres postbélicos en la salud mental de los soldados, aunque con escasa profundidad. La idea es impecable pues coincide con la vuelta a casa de los combatientes de la II Guerra mundial. Sobre la base de un buen guion echamos de menos una mayor profundización en los caracteres de los personajes, que pueden dar de sí mucho más en este western psicológico.
Drama donde alterna la amistad, la camaradería o el compañerismo, con la cobardía, la abyección o la violencia gratuita.
Ritmo un tanto irregular con algunas escenas poco explicables, pero impregnado todo con una fuerte tensión dramática.
Western muy interesante y recomendable.
Lafuente Estefanía
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