Capítulo de la serie "Cimarrón Strip" tan banal como los demás, construido como era la norma en torno a unos cuantos personajes fijos capitaneados por el sheriff Jim Crown (Whitman), incorporando en cada fascículo los necesarios para componer una historieta distinta.
Al menos esta tiene un arranque interesante en lo alto de la horca de Cimarrón City, desde donde se escapa el malvado pero simpático Jud Starr (McGavin) que da nombre a la cinta. Otra vez debe tenemos a Crown corriendo detrás de los malos que, a su vez, andan en busca del escondite de 85.000 dólares de un antiguo robo.
El resto poco más o menos lo mismo que en el resto de la serie. Cabalgadas, tiroteos, peleas, raptos, capturas y liberaciones de unos y de otros. Todo bastante penoso, lo mismo que las oscurísimas escenas nocturnas de exteriores o el trompeteo y chunta-chunta de fondo. Por supuesto sin la más mínima aproximación a la personalidad de los protagonistas, como suele suceder en las series televisivas.
Como era norma, los balazos se curan también aquí rociando la herida con whisky y sacando el proyectil con el cuchillo de campo. A pelo. Ni fiebre, ni problemas de cicatrización.
Tal vez lo mejor venga dado por la reflexión final sobre el tradicional sensacionalismo de la prensa americana, con "Publicaciones que convierten las leyendas en rumores, y convierten en leyenda a cualquier don nadie".