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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Western Crown City, una ciudad de Colorado que vivió un enorme boom por sus minas abundantes en oro, está a punto de convertirse en una ciudad fantasma. La única mina que queda está al otro lado del río, en territorio indio. Después de que su madre haya sido asesinada por uno de los salvajes indios, Gary Brannon (Audie Murphy) emprende una expedición al otro lado del río en busca de venganza y con la esperanza de encontrar la ansiada mina. (FILMAFFINITY) [+]
11 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos gusta más este nombre para la película, Tambores de paz, por contraposición a los tradicionales "Tambores de guerra" que suele acompañar a los enfrentamientos de blancos e indios. En este caso la amistad va a prevalecer sobre la lucha, en medio de un discreto uso de los tambores con una finalidad más transmisora de información que amedrentadora para el adversario.
Y eso que el trasfondo histórico de la cinta una vez se presenta falseado. Estamos en territorio de los indios utes, utas o yutas, donde viven de la caza y de los frutos y raíces silvestres que recogen. En 1868 el jefe Ouray (Ankrum) aceptó el internamiento de la tribu en una reserva, sin embargo en 1873 ese territorio fue reclamado por la Unión para facilitar el asiento de más colonos que fue en parte aceptado por Ouray a cambio de nuevas tierras. Poco después se producen nuevos intentos para conducirlos a otras zonas, la negativa ute motivará en 1879 un enfrentamiento con el Ejército del que en principio saldrán victoriosos los indios, pero finalmente deberán aceptar una nueva deportación mucho más al Sur.
Este es el contexto histórico del argumento de la cinta, aquí edulcorado con una pretendida "fraternidad" que escondía el incumplimiento de los compromisos y el uso y abuso de la fuerza por parte de los norteamericanos.
Independientemente de ello, nos encontramos con una obra interesante en cuanto a su planteamiento, pues al menos deja clara la ambición y avaricia de un grupo de colonos sin escrúpulos capitaneados por el malvado Frank Walker (Bettger), a la que se van a enfrentar Gary Brannon (Murphy) y su padre Sam (el inefable Bennan fordiano), dispuestos en todo momento a respetar la posición indígena, "Al fin y al cabo los indios están defendiendo su territorio".
La película cuenta con una excelente ambientación y banda sonora, grandes paisajes y aceptable interpretación. Personajes bien trazados, sin doblez ni medias tintas, los buenos son buenos y los malos, pues eso, malos a carta cabal. Como novedad la presencia de un auténtico cobarde en la figura de Stilwell (McNear), que no suele se nada frecuente en el western.
La acción es continua, sin pausas ni sosiego, de hecho la trama sentimental es insignificante con la presencia de Jenny Marlowe (Gaye) y de la peligrosa Sue Randolph (Corday).
La realización es bastante convencional, sin sorpresas, pero en cualquier caso la película resulta atractiva para el espectador. Al menos se da una imagen respetable de los utes, cumplidores siempre de sus compromisos, que buscan la paz por encima de enfrentamientos.
Lafuente Estefanía
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