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Voto de Lafuente Estefanía:
7
Western Clem Rogers, conocido como "el Juez de la Horca" llega a Stone Junction, Texas, en 1889 para presidir el juicio por asesinato de Pete Stone, hijo del dueño del pueblo "Big John" Stone. Las cosas se ponen más difíciles cuando Rogers se entera de que Joe Rile, el hombre que mató a su padre, está trabajando para Stone. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2020
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Cinta ambientada en el Oeste pero que perfectamente puede pasar por un drama judicial pues, aunque vamos encontrarnos con varios tiroteos, pistoleros, caciques y escenas de saloon, el meollo de la cuestión se resuelve en el ámbito forense.
Cierto que es un juicio muy singular. Para empezar el fiscal es el mismo sheriff que, además, es el encargado de los sermones dominicales. Y a fe que su alegato moralista parece uno de ellos. Sigue un abogado defensor muy honesto y experto, que no se presta al juego sucio que le plantea su cliente. ¿Y quién es este? Esto ya es más normal, el principal propietario del estado, dueño del pueblo y padre del acusado. Pero lo más singular de todo es el juez Clem Rogers (Robertson), hijo de la víctima de un duelo, antiguo pistolero ahora rehabilitado y convertido en un ferviente seguidor de la ley antiduelos que se estaba implantado entonces, hasta el punto de inclinar la opinión del jurado en su alegato previo a la deliberación en lo que consideramos una clarísima falta de imparcialidad que oportunamente denuncia sin éxito el defensor.
¿La causa del juicio? ¿Cual va a ser? Un duelo forzado por el acusado, experto pistolero, frente a una víctima que apenas sabía manejar las armas. Aquí está precisamente la esencia de la película, la denuncia de los duelos como una forma de resolver cuestiones que tienen otros cauces para ser dirimidas. En los debates jurídicos salen a relucir las viudas que, al quedar sin amparo, deben muchas veces dedicarse a oficios poco honestos tal como le ocurre a la bella Helen (De Carlo). Viudas y huérfanos como grandes víctimas de estos enfrentamientos.
La interpretación en general es correcta, el guión complejo, con muchos personajes y bastante ambicioso. Algunos detalles nos recordaban a "Río Lobo", a respetable distancia, claro, como la prisión del hijo del cacique, la extrema juventud del ayudante del sheriff, la llegada de fuera del principal apoyo a la ley donde el juez hace el papel de Wayne, incluso la misma fuerza dramática del argumento.
Por todos estos detalles, por la primacía y el certero análisis del fenómeno del duelo tan extendido en el western, vale la pena darle un vistazo a la obra.
Lafuente Estefanía
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