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Voto de Fernando Sassone:
10
6,9
739
Drama
En Montreal, un joven artista acepta la propuesta de un sacerdote para representar la Pasión de Cristo en los jardines de la parroquia, interpretando él mismo el papel de Jesús. No tardan en darse lugar las desavenencias entre el equipo artístico y la comunidad parroquial. (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¡La vida no puede consistir en esperar la muerte lo más confortablemente posible! ¡Puede que yo sea naíf, pero tiene que haber más!."
De "Jesús de Montreal", de Denys Arcand
La película que se estructura sobre diversos niveles argumentales, es decir, permite varias lecturas. La primera, claro está, es la anecdótica, lo que sucede alrededor de un actor que interpreta a Jesús en una obra teatral llegando con la palabra del profeta a los corazones y conciencia del público. Otra lectura permite establecer una simetría entre lo que sucede en el presente y lo que cuenta la Biblia sobre la vida de Jesús. Los símbolos y metáforas son muy sugerentes.
Una obra brillantemente guionada, dirigida e interpretada, con un manejo de las segundas lecturas verdaderamente original, sutil, respetuoso y delicado.
De "Jesús de Montreal", de Denys Arcand
La película que se estructura sobre diversos niveles argumentales, es decir, permite varias lecturas. La primera, claro está, es la anecdótica, lo que sucede alrededor de un actor que interpreta a Jesús en una obra teatral llegando con la palabra del profeta a los corazones y conciencia del público. Otra lectura permite establecer una simetría entre lo que sucede en el presente y lo que cuenta la Biblia sobre la vida de Jesús. Los símbolos y metáforas son muy sugerentes.
Una obra brillantemente guionada, dirigida e interpretada, con un manejo de las segundas lecturas verdaderamente original, sutil, respetuoso y delicado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un joven y desconocido actor, Daniel Coulombe, es convocado por un clérigo para representar "La Pasión de Jesucristo" en los jardines de la Catedral de Montreal. Forma para ello una compañía de actores que, así como Jesús a sus apóstoles, va buscando en diversos ámbitos. Uno hace doblajes de películas porno, otro hace locusión de documentales (este pone como condición para participar en la obra, incluir el monólogo de Hamlet), una hace publicidad y otra hace ayuda social. Se conforma así la compañía teatral y desarrollan el guión para la obra, presentando un Cristo revisitado, condimentado con comentarios de descubrimientos arqueológicos, históricos y científicos. Esta aparente contradicción entre la presentación de un Cristo bíblico y uno histórico, se ve contrapuesta al efecto que la interpretación causa entre los expectadores. Las prédicas de Jesús, cuan palabras vivas, logran llegar al corazón y conciencia de los oyentes, pero también conmueven los intereses de las autoridades eclesiásticas, quienes advertirán que la obra representa un peligro para la institución.
Fuera de escena, los personajes devienen en apóstoles y discípulos, obispos en sumos pontífices, también hay un Pedro, una María Magdalena, un Judas, un Pilatos, un Caifás, incluso, un moderno Satanás lleva a nuestro "Cristo-Actor" al "pináculo del templo" (un moderno rascacielos) para mostrarle lo que podría darle si siguiera sus consejos. Hay más escenas de la Biblia traídas al siglo XX, como la de Jesús en el templo, volcando las mesas de los mercaderes, el templo es ahora un teatro y en él se realiza un casting publicitario, y así como Cristo echa a latigazos a los mercaderes, el moderno Jesús se enciende en ira contra los productores publicitarios. Luego hay un juicio en donde el acusado defiende su culpabilidad. Y como no podia ser de otra forma, también hay una muerte y una resurrección (simbólicas), un intento de fundar una "Iglesia" (una compañía teatral), y un cisma. La historia se corona por verdaderos milagros, pero no de naturaleza divina sino de la mano de la ciencia. El mensaje final está en clave lírica y sucede en modernas catacumbas (el metro), que ofician como refugio del arte.
Fuera de escena, los personajes devienen en apóstoles y discípulos, obispos en sumos pontífices, también hay un Pedro, una María Magdalena, un Judas, un Pilatos, un Caifás, incluso, un moderno Satanás lleva a nuestro "Cristo-Actor" al "pináculo del templo" (un moderno rascacielos) para mostrarle lo que podría darle si siguiera sus consejos. Hay más escenas de la Biblia traídas al siglo XX, como la de Jesús en el templo, volcando las mesas de los mercaderes, el templo es ahora un teatro y en él se realiza un casting publicitario, y así como Cristo echa a latigazos a los mercaderes, el moderno Jesús se enciende en ira contra los productores publicitarios. Luego hay un juicio en donde el acusado defiende su culpabilidad. Y como no podia ser de otra forma, también hay una muerte y una resurrección (simbólicas), un intento de fundar una "Iglesia" (una compañía teatral), y un cisma. La historia se corona por verdaderos milagros, pero no de naturaleza divina sino de la mano de la ciencia. El mensaje final está en clave lírica y sucede en modernas catacumbas (el metro), que ofician como refugio del arte.