Alain Delon está guapo hasta vestido de "aliené". Aparte de eso, la historia es una historia de matar y morir; pero sólo mueren los que se lo merecen. Belmondo es una foto en el cementerio de la primera escena; las mujeres son chicas fáciles, cabareteras y cantantes; los hombres viven de la extorsión y parece que aqui el único que trabaja es el que hace ataúdes, que no da abasto.
Es verdad que la ambientación es muy buena, con un vestuario maravilloso y unos decorados mimados hasta en el más mínimo detalle -una criselefantina encima del mueble, las lámparas con la tulipa verde, los anuncios publicitarios, la foto de Mussolini, los trabajadores en huelga, ... .
La historia no es nada del otro mundo: guerra de bandas mafiosas, pero el trasfondo es perverso: el nazismo, la heroína, hasta el tráfico de armas con destino a Málaga (1936); pero las imágenes son otra cosa y las maneras de matar y pegar, también. Sobre todo, se me ha quedado la imagen del mafioso gordo al que Delon le hace estallar la copa de vino en la cara, aunque tampoco está mal el coche que explota y salen los mafiosos disparados por la ventana.
Una película que, sin duda, visionó Tarantino en su juventud.