La psicometría es un tipo de videncia o percepción extrasensorial que consiste en obtener información de una persona tocando un objeto que le pertenece o que ya había tocado antes. Esa es la habilidad de la vidente Cayce Bridges, interpretada por Ally Sheedy, la calladita del club de los cinco. Utiliza sus poderes para ayudar a la policía como psíquica, publicando novelas sobre sus casos resueltos y obteniendo éxito. Pero en uno de sus casos deberá enfrentarse a un asesino en serie que además también es vidente, pudiendo entrar en sus pensamientos y sintiendo lo que siente.
Película de alto presupuesto directamente a televisión, el trabajo de O'Bannon (ganador de premios por sus series de ciencia-ficción, como Seaquest DSV o Farscape) es bastante malo, con una jugosa historia que desarrollar pero que se queda corto en todos los aspectos, las actuaciones son penosas, Ally no convence como psíquica y la policía, su vecino, su mejor amiga, todos muy malos.
El que se lleva la palma es el psíquico antagonista, apodado Shadow Man, la actuación de Taylor Vince es muy triste. Esperaba un antagonista que diera pavor pero no es más que un paleto.
Los fenómenos psíquicos, cuando los videntes tienen sus visiones, son poco creíbles, erráticas y mareantes, se darán cuenta que las visiones hubieran dado mucho juego haciendo un buen uso de la cámara pero O'Bannon fracasa estrepitosamente.
El doblaje es malo, empeorando aún más los desaciertos interpretativos de todos los actores, parece una película de fin de semana por la tarde. Mejora algo en versión original.
Muy, muy floja, decepcionante.