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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
7
Intriga. Thriller Un enigmático hombre de negocios en nombre de una misteriosa organización se pone en contacto con Duval para ofrecerle un trabajo sencillo y bien remunerado: transcribir escuchas telefónicas interceptadas. Duval, económicamente desesperado, acepta sin preguntar sobre la finalidad de la empresa que lo contrata. De pronto, envuelto en un complot político, debe afrontar la brutal mecánica del mundo oculto de los servicios secretos. (FILMAFFINITY) [+]
14 de junio de 2017
35 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene todas las papeletas para que “Testigo” pase desapercibida por la cartelera. Inexplicablemente es otra de las películas olvidadas por la Academia de Cine de Francia, por lo que no ha podido utilizar ningún reclamo con los “Césars” en su casi inexistente promoción. Entre la crítica ha encontrado a muchos defensores, aunque no entiendo a los escasos cronistas que se han atrevido a acogerla con cierta frialdad, así como algunos usuarios de FilmAffinity, cuando es un film que debería ser recibido con más gratitud, sobre todo no ya entre cinéfilos, si no simplemente entre aficionados a los buenos “thrillers”, porque “Testigo” es una película que sobresale por encima de la media habitual, que suele darnos productos mediocres, tramposos y sin interés. De entrada en su contra, y para colmo, su distribuidora le ha encasquetado un título español tan poco sugestivo como alejado del original.

Es el primer largometraje de Thomas Kruithof, que junto a Yann Gozlan son los responsables de su guión. Ni que decir tiene que nos apuntamos el nombre de su director porque, si no se tuerce la cosa, que ojalá no sea así, en un futuro podría darnos películas notables. En esta “Testigo”, Kruithof ha sido capaz de imprimirle una atmósfera fantasmagórica, algo fría, pero apropiada y que nos lleva, aunque sea lejanamente, a los films del gran Melville, por ejemplo, un cine negro que ha tenido sucesión en esporádicos fogonazos. Audiovisualmente llama la atención porque está muy cuidada, pero todo esto es fruto de un trabajo previo, no casual, ya que su práctica dirección no parece la de un debutante. En cuanto a su guión parte de una idea, que aunque pueda sonar algo descabellada, aseguro que encierra mucha verdad. Al decir esto puede parecer que he trabajado para el gobierno en asuntos de índole secreta. Por Dios, no lo crean, pero sé que su punto de arranque, además de no estar demasiado trillado en el cine, es una premisa que puede surgir de una manera más cotidiana de lo que pudiera parecer. Sus guionistas además tienen el acierto de no dar más piruetas de lo debido o de dejar boquiabierto al espectador a toda costa. Le han dado el ritmo justo, veracidad y unos personajes creíbles.

Su reparto al completo está bien llevado, especialmente François Cluzet (actor que me sigue recordando enormemente a Dustin Hoffman), y que a raíz del descomunal éxito de “Intocable”, muchos pensaban que en el género dramático se quedaría reducido a una colección de “tics”, como si ya hubiera sido absorbido de por vida por este personaje, y nada más lejos, dando todo un ejemplo de contención a la par de ser capaz de conmover.

“Testigo” puede hacernos recordar ese cine denuncia- político que estuvo de moda en los setenta y parte de los ochenta con títulos tan estimables como, obviamente, “La conversación” o “El último testigo” de Pakula, así como algunas películas de Melville, Petri, Bob Swaim o Besson, por poner ejemplos. Puede que de las últimas destacables que se hicieron en esa línea fuera “The Internacional: Dinero en la sombra”, por dar varios ejemplos, y aunque “Testigo” no termine por superar muchas de las mencionadas, podría figurar con toda justicia en esta supuesta lista.
Maggie Smee
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