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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
8
Drama. Romance Biografía más o menos rigurosa de Herodes, el famoso y controvertido rey judío, planteada dentro de los parámetros espectacularistas de cierto cine italiano de la época. Su aparente acabado no impide que se ponga al descubierto demasiado a menudo su verdadero carácter de cartón-piedra ligeramente entonado. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2014
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo que parece común en el mercado patrio es que se editen películas falseando su banda sonora. Es incomprensible que pase inadvertida esta estafa, ya que las personas interesadas en adquirirlos presumiblemente serán cinéfilos o “frikis”, da igual, pero es un público especializado que lo va a pillar, frenando el interés en adquirir más títulos que pueden incluir chapuzas de este tipo. Y la pena, en este caso, es que en la versión en español editada por Impulso de “Herodes, el rey cruel” se sustituye en algunos momentos la música original por la banda sonora del Drácula versión de Fisher. A su favor decir que al menos han respetado tanto su formato Totalscope y su precioso Eastmancolor, como además el cartel español, que en su día lo realizó el célebre Soligó. Y ya centrándonos en lo que es “Herodes, el rey cruel” (la censura española prefirió ese título al original, “Herodes, el rey grande”) nos resulta uno de los mejores peplums a la par de ser uno de los más entretenido de ver.
Su diseño de peluquería es asombroso porque, aparte de tintes, postizos y extensiones reseñables, los moños que aparecen son un muestrario profético de la moda que reinaría poco después en los años sesenta, quedando casi como un catálogo época. Esto es sin duda más evidente y entrañable que las películas donde los personajes lucen la perillita o el “tatoo” de moda. El gran Vittorio Nino Novarese crea un buen vestuario, eligiendo coloridos y telas (algunas con llamativos “brilli- brilli”) que pudieran embriagar al público con total acierto, y haciéndole aprender para futuros y muy reconocidos trabajos lo que era el comedimiento. Dallamano a la fotografía, y que luego se hizo director de cine, le da una vistosidad no muy común en el cine de “cartón- piedra”, así como Savina en la música. Uno de sus mayores logros es su guión, con personajes bien estructurados y con un final, que si bien parece un poco precipitado dando la impresión que se quedaban sin película virgen o sin presupuesto, puede presumir con que tiene una resolución con paradoja shakespeariana, con bastante retranca y cinismo. Su director, que consta a veces como W. Tourjansky y en otras como Viktor Tourjansky, hace un trabajo eficaz. Debo mencionar a su reparto: Edmund Purdom, que ya rodó “El hijo pródigo”, uno de los títulos más barrocos y kitsch de la filmografía de Lana Turner y del cine bíblico de Hollywood, protagoniza este también notable título del peplum europeo, rodado en pleno triunfo del género, el año de “Ben- Hur”. Le acompañan la malograda actriz francesa Sylvia López, de enorme parecido a Sophia Loren, con enormes cejas pintadas y labios libidinosos, y que junto a la guapa Sandra Milo muestran generosos escotes y mucho rimel. El resto bien, en la misma línea: como Alberto Lupo, Corrado Pani, en el papel de hijo de Herodes, con gran parecido a Mark Hamill y como la madre atormentada Elena Zareschi, que nos evoca a una reina sacada de una tragedia griega. No sé qué opinión le merecería al gran Terenci Moix esta película, pero en el caso de que no la hubiera visto (cosa que dudo, era uno de los más formados, un máquina) creo que se la hubiera recomendado sin ninguna duda.
Maggie Smee
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