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Voto de FEnrique:
9
7,0
5.404
Cine negro. Intriga. Drama
George Loomis (Joseph Cotten) y su esposa Rose (Marilyn Monroe), se van de vacaciones a las cataratas del Niágara. Las fuertes crisis emocionales que padece George, afectan hondamente a su joven y bella esposa, y esto la predispone a aceptar los galanteos de un apuesto joven que conoce durante un paseo... Una gran tragedia comenzará a tomar forma de aquí en adelante. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Excepcionales paisajes, cautivadora fotografía y una dirección enérgica y de calidad son algunas de las bondades de esta espléndida cinta, que ha pasado por méritos propios a la gran historia del cine"
Fernando Morales: Diario El País
La primera obra maestra de Marilyn (La jungla de asfalto es de John Huston, solo suya) se mueve entre el infierno de los celos representados en la frente de un gran Josehp Cotten que no necesitaba a Welles para hacer papeles protagónicos,
Los biógrafos suelen coincidir en que Marilyn solo fue feliz durante los meses que vivió en Nueva York en 1955. Su drama, el tiempo restante, lo podríamos resumir en que solemos ser más permisivos con la vulgaridad que con la inteligencia, hay personas inteligentes que acaban renunciando a lo que más aman dejándose llevar por la oscuridad de un momento preciso. No es suficiente con un acendrado sentido del humor para liberarse de la maldición de la lucidez, ya sabemos que, ante la obstinación del mundo, hay cosas que se pierden o que no se llegan a tener.
Sab, 27 Abr 2019 5:51
La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
Gloria a Caín hoy el vicio
es lo que se envidia más.
(Antonio Machado)
Al contrario de lo que se suele decir, Hallie, lo evidente no se percibe; en realidad se acaba viendo lo que se quiere y no creo que esto sea algo de ahora, está instalado en el imaginario popular. Creo que la gente no suele ser feliz y esto es así porque, en realidad, no lo busca, se concentra en conseguir los síntomas externos de la felicidad, se ha acabado aceptando con naturalidad que se engañe para ello, que se convierta en virtud lo que alguna vez nos dijeron que era vicio. Debería ser fácil comprobar lo que digo cuando tratamos a casi todos los personajes públicos de nuestro tiempo; todos se parecen en las manifestaciones externas pero cada uno tiene un camino propio que le ha llevado a poder representarlas. Quizás lo importante esté en el camino.
Fernando Morales: Diario El País
La primera obra maestra de Marilyn (La jungla de asfalto es de John Huston, solo suya) se mueve entre el infierno de los celos representados en la frente de un gran Josehp Cotten que no necesitaba a Welles para hacer papeles protagónicos,
Los biógrafos suelen coincidir en que Marilyn solo fue feliz durante los meses que vivió en Nueva York en 1955. Su drama, el tiempo restante, lo podríamos resumir en que solemos ser más permisivos con la vulgaridad que con la inteligencia, hay personas inteligentes que acaban renunciando a lo que más aman dejándose llevar por la oscuridad de un momento preciso. No es suficiente con un acendrado sentido del humor para liberarse de la maldición de la lucidez, ya sabemos que, ante la obstinación del mundo, hay cosas que se pierden o que no se llegan a tener.
Sab, 27 Abr 2019 5:51
La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
Gloria a Caín hoy el vicio
es lo que se envidia más.
(Antonio Machado)
Al contrario de lo que se suele decir, Hallie, lo evidente no se percibe; en realidad se acaba viendo lo que se quiere y no creo que esto sea algo de ahora, está instalado en el imaginario popular. Creo que la gente no suele ser feliz y esto es así porque, en realidad, no lo busca, se concentra en conseguir los síntomas externos de la felicidad, se ha acabado aceptando con naturalidad que se engañe para ello, que se convierta en virtud lo que alguna vez nos dijeron que era vicio. Debería ser fácil comprobar lo que digo cuando tratamos a casi todos los personajes públicos de nuestro tiempo; todos se parecen en las manifestaciones externas pero cada uno tiene un camino propio que le ha llevado a poder representarlas. Quizás lo importante esté en el camino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Norma
Cuando te conocí eras Norma,
marzo temblaba solo bajo la lluvia
y ya no quise apartarme del candor de tu paraguas.
Pero te fuiste
cuando arreciaba mi tormenta
entre los números vacíos
de las Puertas del Campo que aullaban.
Cuando regresaste, era 1955
y aún no habías nacido, te llamabas Marilyn,
el poniente azotaba con sus cristales derramados
el rostro taciturno de tu Pequeña Manhattan
y los árboles te miraban como si fueras una nube
que caprichosa se alejaba de mi devoción tardía,
empezó a gustarte el poema de la duda
cuando ya no podías recuperarlo
de la fiebre de mi garganta,
de la morgue de la indiferencia
cuando en sus bancos la gente hablaba
de testamentos y esparcía en el olvido
las cenizas de una lágrima.
El testimonio volvía a naufragar en La Ribera
cuando los vientos soplaban en los días tenebrosos
de un mar desangelado que castigaba las espigas
mientras los mendigos dejaban tu plegaria
en la memoria del Puente Cristo,
en la belleza de un médico que no tenía fronteras
y amaneció en la playa con amapolas en el pecho,
y los grajos aparecían de nuevo en los postes,
en las cancelas roñosas del Llano de las Damas.
No supe enviarte las flechas de papel con el deseo
que conservaba una conversación ambigua en tu semblante,
los portales de las caricias atravesadas,
el remite de los primeros juegos rendidos en el carmín
que dejaron tus besos en el aire,
y el verso quejumbroso
que aún nos habla de un amor atrapado
en la soledad que siempre siente el poeta
ante la modernidad retrógrada,
en la melancolía
de un tiempo añorado, confuso, desconocido...
Vie, 26 Abr 2019 8:54
Cuando te conocí eras Norma,
marzo temblaba solo bajo la lluvia
y ya no quise apartarme del candor de tu paraguas.
Pero te fuiste
cuando arreciaba mi tormenta
entre los números vacíos
de las Puertas del Campo que aullaban.
Cuando regresaste, era 1955
y aún no habías nacido, te llamabas Marilyn,
el poniente azotaba con sus cristales derramados
el rostro taciturno de tu Pequeña Manhattan
y los árboles te miraban como si fueras una nube
que caprichosa se alejaba de mi devoción tardía,
empezó a gustarte el poema de la duda
cuando ya no podías recuperarlo
de la fiebre de mi garganta,
de la morgue de la indiferencia
cuando en sus bancos la gente hablaba
de testamentos y esparcía en el olvido
las cenizas de una lágrima.
El testimonio volvía a naufragar en La Ribera
cuando los vientos soplaban en los días tenebrosos
de un mar desangelado que castigaba las espigas
mientras los mendigos dejaban tu plegaria
en la memoria del Puente Cristo,
en la belleza de un médico que no tenía fronteras
y amaneció en la playa con amapolas en el pecho,
y los grajos aparecían de nuevo en los postes,
en las cancelas roñosas del Llano de las Damas.
No supe enviarte las flechas de papel con el deseo
que conservaba una conversación ambigua en tu semblante,
los portales de las caricias atravesadas,
el remite de los primeros juegos rendidos en el carmín
que dejaron tus besos en el aire,
y el verso quejumbroso
que aún nos habla de un amor atrapado
en la soledad que siempre siente el poeta
ante la modernidad retrógrada,
en la melancolía
de un tiempo añorado, confuso, desconocido...
Vie, 26 Abr 2019 8:54