¿Sabéis cuando no tenéis claro qué pedir para reyes y dejas que la gente improvise un poco sus regalos y al final te acaban regalando algo que te encanta? Pues algo así me ocurrió con esta película, ya que esperaba muy poco de ella y me acabó encantando.

En su debe un montón de malas sensaciones iniciales, ese aura de telefilm que rodea la película y que se ve ya desde los planos iniciales. Escenas sin alma, sin ningún tipo de preocupación por hacer un trabajo de calidad. En su haber, el hecho de tratarse de una película de episodios que tan bien funcionan, al menos dentro de mí, y que permite que si alguna historia no te convence sólo tengas que esperar unos minutos en lugar de la clásica hora y media de toda película del género. Este tipo de películas son pequeñas oportunidades de gustar al espectador.

Pero A Christmas Horror Story tiene una estructura muy particular. A pesar de tratarse de realtos inconexos -me hubiera gustado algún tipo de guiño entre todas las escenas, al estilo Trick or Treat-, se nos van ofreciendo trozos de cada una de las historias de manera salteada. Esta estructura puede confundir al principio, pero cada uno de los relatos tiene la suficiente personalidad como para que pronto nos interesemos por cada uno de ellos.

Hay escenas verdaderamente poderosas dentro de los niveles de calidad de la película, al igual que hay algunos relatos que destacan por encima de otros. En cualquier caso, el nivel está bastante equilibrado y su visionado merece mucho la pena.

Una alternativa a los dulces navideños.