Recuerdo haber visto El Cortador de Césped hace mucho tiempo, y quería volver a verla, pero de alguna manera sentía un poco de tedio y poca ganas de hacerlo siempre. En realidad era un mensaje de mi infancia: "no la veas que no era tan buena".

El tedio se me pasó durante la primera parte de la película. Este cyberthriller por decirlo de alguna manera tiene un arranque sensacional, pero todo se acaba por los 50 minutos o así cuando una ciencia ficción baratera se imponía sobre un interesante thriller. Una película que tenía buena pinta hasta que a Brett Leonard le dio por pasar de paranoico a apocalíptico.

Y es que 1992 era un buen año para mirar al futuro, con eso del siguiente milenio a las puertas y con las nuevas consolas que se avecinaban que se olvidaban de los 16 bits pixelados para pasar a la supuesta magia del polígono (luego se demostró que donde se ponga un píxel...). La realidad virtual estaba en boca de todos aquellos que tenían mediano interés en la tecnología. Era el momento perfecto para que Brett Leonard hiciera su película, y, sin todavía llegar a nada palpable en dicha tecnología, se pusiera a meterse en cuestiones etico-morales sobre los peligros potenciales de una tecnología tan "futurista".

El tiempo ha sido el que se ha olvidado de la realidad virtual, casi como si no hubiera pasado, pero a pesar de todo El Cortador de Césped tiene un mensaje decente que podemos apreciar en su primera hora. Hubiera sido más interesante suavizar la transición que hay entre el personaje atontado del principio y la megamente del final, o por lo menos centrarse más en eso.

Todavía visionable, pero dentro de unos pocos años me parece que la edad no le va a perdonar en absoluto...