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Voto de Echanove:
5
5,0
85
Western
Johnny Liston (Anthony Steffen), tras haber cumplido una condena de doce años por un asesinato que no cometió, se encuentra con que su hermano Sartana (Anthony Steffen), alentado por su propia madre, se ha convertido en un temible forajido que, al más puro estilo mafioso, extorsiona a los habitantes de la región prometiéndoles seguridad a cambio del pago de unas cantidades abusivas. Johnny se dispondrá a cambiar esta situación, hecho ... [+]
15 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una concepto que definiría este filme es el de la hipérbole en detrimento del realismo. El exceso expresionista frente a los matices. Los malos no pueden ser más malos y crueles y el melodrama en que dos hermanos se odian a muerte y compiten por el amor de su madre no puede ser más desolado y desgarrador.
Como los personajes de un mito. O de una tragedia griega. Y algo tendría esta peli para que el sádico e histriónico villano psicópata encarnado por Gianni Garko y que atiende al nombre de Sartana, que aparecía por primera vez en el mundo del 'spaguetti', derivara enseguida en una saga en la que se reinterpretaría el personaje no ya como villano, sino como antihéroe, bajo la piel del mismo actor.
Por otro lado, la cinta forma una especie de díptico con la que su director había filmado también ese mismo año, con un título original parecido, "Siete dólares al rojo" (el de la que nos ocupa es "Siete dólares al negro", aunque en su distribución internacional alguien tuviera la ocurrencia de relacionar la sangre y el sol), y que también va de dramón familiar y violento, si bien formalmente no tiene nada que ver con ésta, ya que se atiene a patrones clásicos.
Ya volviendo a "Baño de Sangre al salir el sol", en lo que hay que insistir es en que si algo la caracteriza es que no se anda por las ramas y es seca y directa, lo que no impide ciertos alardes formales algo sesenteros, como si se quisieran hacer guiños a las vanguardias: planos aéreos y cenitales, algún que otro encuadre rebuscado, la recurrencia de planos fijos del sol, o del estado del cielo y las nubes, como forma de transición entre escenas, y hasta alguna transición de montaje en que parece haber un salto en el tiempo (como cuando se inicia la batalla en el pueblo en que se usa la dinamita).
Y eso por no hablar del uso del 'zoom' o de la abundancia de primeros planos y vertiginosos movimientos de cámara. Vamos, que la puesta en escena es cualquier cosa menos clásica. Y me viene ahora a la cabeza un llamativísimo salto de eje en el clímax final. O la ambientación, en algún caso bastante bizarra, para algunos escenarios, como las ruinas aztecas de la guarida de Sartana. O la estrambótica casa en la que vive la madre, que a veces recuerda a la de Norman Bates en "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960)
(sigo en zona Spoiler)
Como los personajes de un mito. O de una tragedia griega. Y algo tendría esta peli para que el sádico e histriónico villano psicópata encarnado por Gianni Garko y que atiende al nombre de Sartana, que aparecía por primera vez en el mundo del 'spaguetti', derivara enseguida en una saga en la que se reinterpretaría el personaje no ya como villano, sino como antihéroe, bajo la piel del mismo actor.
Por otro lado, la cinta forma una especie de díptico con la que su director había filmado también ese mismo año, con un título original parecido, "Siete dólares al rojo" (el de la que nos ocupa es "Siete dólares al negro", aunque en su distribución internacional alguien tuviera la ocurrencia de relacionar la sangre y el sol), y que también va de dramón familiar y violento, si bien formalmente no tiene nada que ver con ésta, ya que se atiene a patrones clásicos.
Ya volviendo a "Baño de Sangre al salir el sol", en lo que hay que insistir es en que si algo la caracteriza es que no se anda por las ramas y es seca y directa, lo que no impide ciertos alardes formales algo sesenteros, como si se quisieran hacer guiños a las vanguardias: planos aéreos y cenitales, algún que otro encuadre rebuscado, la recurrencia de planos fijos del sol, o del estado del cielo y las nubes, como forma de transición entre escenas, y hasta alguna transición de montaje en que parece haber un salto en el tiempo (como cuando se inicia la batalla en el pueblo en que se usa la dinamita).
Y eso por no hablar del uso del 'zoom' o de la abundancia de primeros planos y vertiginosos movimientos de cámara. Vamos, que la puesta en escena es cualquier cosa menos clásica. Y me viene ahora a la cabeza un llamativísimo salto de eje en el clímax final. O la ambientación, en algún caso bastante bizarra, para algunos escenarios, como las ruinas aztecas de la guarida de Sartana. O la estrambótica casa en la que vive la madre, que a veces recuerda a la de Norman Bates en "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960)
(sigo en zona Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y en ese sentido, nada como la secuencia de la muerte de la madre (Carla Calo), en que mientras suena el viento, se abre una puerta desde el exterior, con Johnny, el hermano bueno (Anthony Steffen), junto a su cadáver, casi como una 'Pietá' de Miguel Angel inversa. La atmósfera, que culmina con un plano aéreo es casi de película de terror.
Y es que no cabe duda de que la cinta tiene cierto estilo. Lástima que no se nutra a sí misma en el guión con algo más de enjundia y que opte por el paso de los minutos con los habituales y algo repetitivos tiroteos y peleas a trompadas. Se termina por ello incluso haciendo algo larga pese a sus detalles y momentos de interés.
Y es que no cabe duda de que la cinta tiene cierto estilo. Lástima que no se nutra a sí misma en el guión con algo más de enjundia y que opte por el paso de los minutos con los habituales y algo repetitivos tiroteos y peleas a trompadas. Se termina por ello incluso haciendo algo larga pese a sus detalles y momentos de interés.