Junto a "El coche fantástico" y "El gran héroe americano", "Street Hawk" permanece indeleblemente grabada en los recuerdos de los veranos de mi infancia, en los que, después de haber estado una mañana de chapoteo, volvías a casa, almorzabas y disfrutabas de una digestión placentera viendo tu serie favorita. Street Hawk partía con el hándicap de superar a Kitt o Ralph Hinkley y sólo duró 13 episodios, pero no fue porque escasease el buen hacer en el producto, sino tal vez por la saturación tecnológico-futurista que se empezaba a ver en la pequeña pantalla y las inevitables comparaciones con exitazos anteriores.

Uno de los atractivos de "Streek Hawk" es el tórrido aspecto de Los Ángeles, cuyos más asépticos y nada californianos recovecos sirven de exterior para las eventuras de Mack, un ex-policía de calle que lleva una doble vida como probador de un prototipo de moto revolucionaria. Rex Smith da el pego como protagonista y actor, más que como cantante de éxito de los 70. El personaje de Norman (Joe Regalbuto, futuro Murphy Brown) es el contrapunto necesario para Jesse, un adicto al trabajo neurótico. Y, por supuesto, está el Halcón, una moto que guarda muchas similitudes con KITT pero que necesita a Norman constantemente para no derivar. Curioso el tema de la hipervelocidad, cada vez que le activaban, la cámara enfocaba las mismas vertiginosas secuencias de carreteras, era como si la activasen en los tres o cuatro mismos lugares, como aquellos fondos de los dibujos de Hanna-Barbera que se repetían más que el ajo, con un fundido horroroso...

Como curiosidad histórica para los cinéfilos y fetichistas, hay que destacar la presencia del entonces principiante y nada carismático George Clooney en el episodio segundo de "Street Hawk", "Mi segundo yo"; y la del gran Christopher Lloyd ("Regreso al futuro", "Star Trek III: En busca de Spock") como malo malísimo en el episodio piloto. Rex Smith siguió tomándose más en serio su carrera musical que la de actor, cosa que igual fue un error para él... Claro que la canción titular de la serie fue un excelente instrumental del grupo "Tangerine Dream", que aún perdura en nuestra memoria.