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Voto de VictorMoriche:
8
Drama. Comedia Tras el suicidio de su joven esposa Liza, un diseñador de páginas web de éxito se encuentra abatido y confuso. Intenta encontrarle un sentido a lo que ha pasado, pero, al mismo tiempo, es incapaz de abrir la carta de suicidio de su mujer o de aceptar la ayuda de su suegra. Se consuela "colocándose" y trata de evadirse dedicándose al aeromodelismo. (FILMAFFINITY)
12 de septiembre de 2008
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película no sólo busca tener un acabado aceptable, contar una historia tras la que obtener un mensaje que nos lleve a una conclusión. El cine se cansa de buscar contenidos y vueltas de tuerca para sorprender con acrobacias que en muchos casos no nos llevan a ningún lugar. Más dificil que todo eso es contar "El Vacío", el descenso a la "Nada" como hace esta película para no acabar con conclusión alguna sino con todas las sensaciones y emociones desparramadas por el pecho provocadas por una narración limpia, respetuosa, delicada, sin la espectacularidad propia de las historias con gancho comercial.

Con Amor, Liza, nos cuenta la historia de un hombre cualquiera que busca inhalando gasolina, el combustible para guiarse por el sendero del sinsentido en el que se ha convertido su vida tras el golpe de lo incomprensible. Hoffman roza la perfección como hombre común, aquel que deambula por cualquier ciudad, arrasado su corazón por la pérdida y una nota de despedida que le tortura con la simpleza que se adivina tras un sobre que sólo contiene una pequeña y fina hoja. ¿Como contener el por qué de la muerte voluntaria en esa hoja? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejas aquí y no tengo fuerzas para irme contigo?.

El ritmo de la película es lento, profundo, detallado, con momentos que trasladan al espectador a los pasillos de la deshabitada casa del personaje de Hoffman, al que acompaña la musica justa, en secuencias de una soledad sufrida y arrebatada por la desidia y el tedio.

Todos sufrimos el vacío, todos hemos sufrido el suicidio , el de alguien, el nuestro cotidiano. Qué queda tras una nota... ¿puede quedar todavía algo tras ese acto?

Quedamos nosotros, los que no nos vamos, y Hoffman nos muestra , en silencio, con una mirada que se apaga, que es mejor aceptar y dejar que el fuego nos consuma, o nos arrastre a otra ciudad.

Interesante y recomendable. Si esta pelicula no transmite las emociones que pretende transmitir, como he leido, debo ser un robot con sobredosis de gasolina.
VictorMoriche
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