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Voto de vircenguetorix:
8
6,9
3.638
Western. Drama. Romance
En el verano de 1870, Averill e Irvine terminan sus estudios en la Universidad de Harvard. Veinte años después, viven en circunstancias muy distintas. Averill, más serio y visiblemente más viejo, se ha convertido en un "marshall" federal. Por su parte, Irvine, destruido y arruinado por la bebida, pero todavía en su sano juicio, es miembro de la asociación Stock Growers Agricultores, que está involucrada en un conflicto. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2006
118 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que ya ha pasado suficientemente tiempo desde el estreno de “La puerta del cielo” para poder decir claramente que la crítica y el público de la época no fueron justos con esta película. Es verdad que esta cinta pertenece a ese tipo de obras que nunca ha estado en su sitio correcto porque no es una película para hundir una productora ni para tener cinco nominaciones a los premios Razzie, pero el problema es que estoy percibiendo últimamente que empieza a surgir una nube de legionarios que reivindican esta película como la tierra prometida y la gran obra maestra incomprendida de la historia del cine y eso con todos mis respetos no es verdad.
Estamos ante buena película, de eso no cabe duda, pero también es en exceso autocontemplativa y megalomaniaca que demuestra que no a todos les sienta bien la fama.
Michael Cimino se equivocó al intentar autoplagiarse de forma evidente y no comprender que “El cazador” era única y su verdadera obra maestra. Y lo mejor después de un gran éxito es cambiar de registro para evitar las dichosas comparaciones.
Extraordinarios de verdad los vestuarios –esas gabardinas a lo Leone- y unas localizaciones maravillosas que fueron genialmente retratadas por lo de la película que es la fotografía de Vilmos Zsigmond, que nos traslada de forma inmejorable a una época pocas veces tan bien matizada con esos colores fríos y tristes.
La música de David Mansfield, irregular, como la película, alternando temas estupendos con otros cargantes.
Los actores dispersos, mientras Kris Kristofferson da la talla sobradamente, resulta que el casi siempre sólido Christopher Walken parece un pegote postizo y no se encuentra cómodo en ningún momento.
Isabelle Huppert no me convence lo más mínimo. No me creo que sea prostituta en el Oeste del siglo XIX.
Es verdad que la versión que circula por ahí está cortada, pero eso no vale de excusas para empezar a decir que no se puede valorar, primero porque el propio Cimino ha dicho una y mil veces que la versión corta se ajusta perfectamente a lo que él buscaba y en segundo lugar porque incluso en la versión corta hay infinidad de escenas que se alargan innecesariamente hasta la saciedad, la larga ni te cuento...
Se ha dicho que el fracaso de esta película fue por motivos políticos, que si denunciar que aquello no era la tierra de las oportunidades sino la tierra de las zancadillas para los emigrantes no gustaba al establishment norteamericano. Bueno sólo a medias.
Realmente la población del condado pide formar parte de una sociedad, no tanto cambiarla.
Al grito de ¡Viva América! Se levantan en armas. Es decir un grito territorial, no social. Más bien es sustituir la vieja América del Antiguo Régimen basada en anglosajones, escandinavos y alemanes por la nueva América de finales del siglo XIX compuesta de contingentes de inmigrantes italianos, griegos, balcánicos y eslavos.
Estamos ante buena película, de eso no cabe duda, pero también es en exceso autocontemplativa y megalomaniaca que demuestra que no a todos les sienta bien la fama.
Michael Cimino se equivocó al intentar autoplagiarse de forma evidente y no comprender que “El cazador” era única y su verdadera obra maestra. Y lo mejor después de un gran éxito es cambiar de registro para evitar las dichosas comparaciones.
Extraordinarios de verdad los vestuarios –esas gabardinas a lo Leone- y unas localizaciones maravillosas que fueron genialmente retratadas por lo de la película que es la fotografía de Vilmos Zsigmond, que nos traslada de forma inmejorable a una época pocas veces tan bien matizada con esos colores fríos y tristes.
La música de David Mansfield, irregular, como la película, alternando temas estupendos con otros cargantes.
Los actores dispersos, mientras Kris Kristofferson da la talla sobradamente, resulta que el casi siempre sólido Christopher Walken parece un pegote postizo y no se encuentra cómodo en ningún momento.
Isabelle Huppert no me convence lo más mínimo. No me creo que sea prostituta en el Oeste del siglo XIX.
Es verdad que la versión que circula por ahí está cortada, pero eso no vale de excusas para empezar a decir que no se puede valorar, primero porque el propio Cimino ha dicho una y mil veces que la versión corta se ajusta perfectamente a lo que él buscaba y en segundo lugar porque incluso en la versión corta hay infinidad de escenas que se alargan innecesariamente hasta la saciedad, la larga ni te cuento...
Se ha dicho que el fracaso de esta película fue por motivos políticos, que si denunciar que aquello no era la tierra de las oportunidades sino la tierra de las zancadillas para los emigrantes no gustaba al establishment norteamericano. Bueno sólo a medias.
Realmente la población del condado pide formar parte de una sociedad, no tanto cambiarla.
Al grito de ¡Viva América! Se levantan en armas. Es decir un grito territorial, no social. Más bien es sustituir la vieja América del Antiguo Régimen basada en anglosajones, escandinavos y alemanes por la nueva América de finales del siglo XIX compuesta de contingentes de inmigrantes italianos, griegos, balcánicos y eslavos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que realmente pasó a la película es que el argumento es intelectualoide, para una época donde la gente empezada a pasar de la política comprometida y prefería el cine de evasión a lo Stars Wars. Y mucho más en Estados Unidos. Además se unió a eso que el western crepuscular tampoco interesaba ya. Había muerto.
Lo peor de todo es que se perdió un director, Michael Cimino que a mi juicio lo tenía todo para poder haber sido un grande del cine. Pero como tantas personas en el mundo no ha nacido en la época que mejor le venía para que la sociedad entendiese su obra artística.
Nota: 7,2.
Lo peor de todo es que se perdió un director, Michael Cimino que a mi juicio lo tenía todo para poder haber sido un grande del cine. Pero como tantas personas en el mundo no ha nacido en la época que mejor le venía para que la sociedad entendiese su obra artística.
Nota: 7,2.