Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
5
Intriga. Aventuras En 1890, el famoso detective Sherlock Holmes malvive en Londres convertido en un cocainómano. Al encontrarlo en semejante estado, su inseparable compañero Watson decide llevarlo a Viena, a la consulta del joven psicólogo Sigmund Freud, con la esperanza de que éste le ayude a superar su adicción a las drogas. A través del psicoanálisis y la hipnosis, Freud consigue adentrarse en el subconsciente del detective. Juntos, Freud y Holmes se ... [+]
10 de julio de 2007
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi todos los intentos de llevar a Sherlock Holmes a la gran pantalla en la década de los setenta son bastante flojos. Ya le pasó al maestro Billy Wilder con la anodina “La vida privada de Sherlock Holmes” y le volvió a pasar a un director limitado pero interesante como Herbert Ross, en esta a priori muy prometedora pero desgraciadamente fracasada “Elemental, Dr. Freud”.

Y es una pena porque la película tenía casi todos los requisitos para ser una cinta memorable, sin ir más lejos porque los personajes de Arthur Conan Doyle sumados a la descomunal figura de Freud parecía que los ingredientes eran buenos.

Pero sin un buen guión la cosa es imposible que funcione y Nicholas Meyer, autor del mismo conoce la obra de Freud como yo la de Rocío Jurado y la de Conan Doyle tan superficial que parece que su apellido debería ser Epidermis en vez de Meyer. Y es que es lógico, no hace falta más que ver que su filmografía como director y guionista está llena de películas para adolescentes y con las aventuras como esencia de ellas.

Y en cambio esta película requería otra cosa. No se puede tratar las drogas, el psicoanálisis, el método deductivo o el Imperio Otomano con esa simpleza y acabar viendo a un supuesto Freud jugando al pádel o haciendo piruetas encima de un vagón de un tren como si fuera Espartaco Santoni.

Pero aprueba y es recomendable echarla un vistazo –no más- porque tiene una buena factura, cuidada fotografía, destacable dirección artística y puesta en escena sosegada y clásica. Además de contar con un Robert Duvall que hace uno de los mejores Watson que recuerdo en décadas.

Desgraciadamente una película desaprovechada que acaba progresivamente terminando por ser ridícula y que puede molestar a aquellos que se toman un poco en serio el cine. Pero quizá lo peor de todo es que no es una película familiar ni para niños ni jóvenes, pero tampoco lo es para un público adulto con más paladar. Se queda en el camino de todo sin llegar a nada y por eso se encuentra en el lugar donde se encuentra: Olvidada.
vircenguetorix
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow