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Voto de vircenguetorix:
2.674
Drama. Bélico
Tragedia sobre las guerras civiles de Centroamérica en los años ochenta. Richard Boyle fue un reportero norteamericano que trabajó en El Salvador en este periodo. La conmoción que experimentó al descubrir por sí mismo ciertos aspectos de la realidad que ignoraba lo impulsó a comprometerse y a tomar partido. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2008
29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en mi infancia que quería ser periodista, bueno más bien reportero de guerra, quizá películas como “Salvador” contribuyénse a ello.
Y es que esa figura del antihéroe de Richard Boyle, interpretado magistralmente por James Woods –enorme actuación-, que a medida que avanza el metraje se va involucrando más en los sucesos y tiene que tomar parte en ellos, haciéndolo por los más desfavorecidos siempre es de agradecer.
La película, como casi todas de Stone, es muy crítica, no hay concesiones. Crítica al Gobierno de Reagan (cuando todavía era presidente), y lo hace de forma directa, sin escatimar recursos. Por el contrario en muchos momentos suele “beatificar” al Frente Farabundo Martí, lo cuál es muy generoso por su parte, porque los “amigos” cometieron casi los mismos atropellos que los Escuadrones de la Muerte. Y todo ello con apoyo cubano y de los sandinistas de Nicaragua. Aquí sobre todo son los militares y paramilitares salvadoreños junto con el apoyo norteamericano los que se llevan la peor parte. El caso es que entre unos y otros aquello fue una carnicería y en un país como El Salvador tan pequeño, 100.000 muertos son muchos muertos. Sin lugar a dudas una de las peores guerras civiles contemporáneas que han existido.
También en la cinta veremos el asesinato de Óscar Romero, que junto con la inmensa mayoría de la Iglesia salvadoreña, apoyó siempre al pueblo y a todos los que más sufrieron. Cosa que hay que recordar, ya que parece que a la Iglesia sólo se la recuerda para criticarla.
En definitiva una de las primeras películas de Oliver Stone, que ya dejaba entrever que la política era su género estrella, tema que me gusta especialmente y que no ha tenido desgraciadamente muchos seguidores entre los directores posteriores, que como Stone quisieron seguir la estela de Costa-Gavras.
Por cierto es curioso que Oliver Stone cuando le preguntan que cite las tres películas de su filmografía por las que se siente más satisfecho y más le gustan más siempre señala “Salvador”. Yo creo que las tiene mucho mejores, pero sin lugar a dudas lo que nadie podrá negar es que es una de las más valientes.
Lo mejor, el final, de una belleza y amargura indescriptible.
Nota: 6,8
Y es que esa figura del antihéroe de Richard Boyle, interpretado magistralmente por James Woods –enorme actuación-, que a medida que avanza el metraje se va involucrando más en los sucesos y tiene que tomar parte en ellos, haciéndolo por los más desfavorecidos siempre es de agradecer.
La película, como casi todas de Stone, es muy crítica, no hay concesiones. Crítica al Gobierno de Reagan (cuando todavía era presidente), y lo hace de forma directa, sin escatimar recursos. Por el contrario en muchos momentos suele “beatificar” al Frente Farabundo Martí, lo cuál es muy generoso por su parte, porque los “amigos” cometieron casi los mismos atropellos que los Escuadrones de la Muerte. Y todo ello con apoyo cubano y de los sandinistas de Nicaragua. Aquí sobre todo son los militares y paramilitares salvadoreños junto con el apoyo norteamericano los que se llevan la peor parte. El caso es que entre unos y otros aquello fue una carnicería y en un país como El Salvador tan pequeño, 100.000 muertos son muchos muertos. Sin lugar a dudas una de las peores guerras civiles contemporáneas que han existido.
También en la cinta veremos el asesinato de Óscar Romero, que junto con la inmensa mayoría de la Iglesia salvadoreña, apoyó siempre al pueblo y a todos los que más sufrieron. Cosa que hay que recordar, ya que parece que a la Iglesia sólo se la recuerda para criticarla.
En definitiva una de las primeras películas de Oliver Stone, que ya dejaba entrever que la política era su género estrella, tema que me gusta especialmente y que no ha tenido desgraciadamente muchos seguidores entre los directores posteriores, que como Stone quisieron seguir la estela de Costa-Gavras.
Por cierto es curioso que Oliver Stone cuando le preguntan que cite las tres películas de su filmografía por las que se siente más satisfecho y más le gustan más siempre señala “Salvador”. Yo creo que las tiene mucho mejores, pero sin lugar a dudas lo que nadie podrá negar es que es una de las más valientes.
Lo mejor, el final, de una belleza y amargura indescriptible.
Nota: 6,8
