Steven Spilberg rodó esta segunda entrega sin estar en absoluto convencido de hacer una secuela, pero viendo que se rodaría con o sin él, prefirió hacerla y poner en marcha lo que ha sido el ”estilo Spilberg”, es decir, hacer una película no tan de su gusto pero si del gran público, ganar dinero y a continuación hacer la que el quiere con los dividendos anteriormente obtenidos. En este caso Indiana Jones le permitió hacer "El color púrpura", y así sucesivamente.
La película transcurre en la India, y partiendo de una historia bien documentada, la secta de los Thugs, los estranguladores adoradores de Kali, acaba por convertirse más que en una película de aventuras en una película de acción. Si contamos los mamporros que reparte Harrison Ford vemos que incluso supera a muchas de Chuk Norris, Stallone and company. El problema de este guión tan liviano, y que daba para mucho más, es que George Lucas, en cambio, no da para más. En muchas ocasiones alarga las secuencias una eternidad y a pesar del ritmo que intenta dar no consigue evitar cierto tedio en algunos momentos debido al agotamiento del espectador. La fotografía es buena en exteriores realizada por Douglas Slocombe, que ya trabajaba en los años 40 en el oficio. La banda sonora de John Williams es buena como casi siempre. Los decorados son más bien pobretones, dando demasiadas veces la sensación de estudio de cartón-piedra. Los actores más bien flojitos sobre todo Kate Capshaw, que al menos la sirvió para engatusar a Spilberg y casarse con él.
Como curiosidad, este film en la actualidad sigue prohibido en varios estados de la India, por considerarlo ofensivo y degradante a su cultura. El problema de estas películas de aventuras es que cuando transcurren en países lejanos y exóticos nos encantan pero en cambio cuando transcurren en España (Misión imposible 2 por ejemplo) nos parece bochornoso por la forma que presenta nuestra cultura. Pongámonos en el lugar de los indios, y pensemos que cualquiera que conozca mínimamente la India sabe que el menú de la famosa cena de sesos de mono, serpientes, cucarachas... etc. es no ya exagerado sino literalmente mentira, y como este ejemplo existen otros muchos en el film. Además ese año competía a los Oscar "Pasaje a la India" de David Lean, y era una visión más realista de lo que es ese país por lo que Indiana Jones en esta ocasión era demasiado fantástico para el cine que se intentaba hacer en ese momento sobre un país permanentemente malinterpretado en Hollywood.
De todas formas una cinta interesante, para pasar un buen rato, con muy buenos efectos especiales, inolvidable la escena del puente colgante, con Amrish Puri, recientemente fallecido y que salía también en "Ghandi". En definitiva es una película que curiosamente tuvo más éxito en Europa que en EE.UU y que no está a la altura de la primera, "En busca del Arca perdida".