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Voto de el pastor de la polvorosa:
9
Drama Narra dos historias: la historia de Julián, que rechaza casarse con su prometida en protesta por los negocios de su padre con los nazis; y la historia de un caníbal que deambula en busca de alimento humano. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2015
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porcile está formada por dos episodios que se entrelazan como serpientes apareándose: el método de Intolerancia aplicado a un material que habría puesto los pelos de punta al bueno de Griffith. El primer episodio, mudo, mítico y trágico, transcurre en un país de lava, único territorio en el que el protagonista puede sustraerse a un gobierno de monjes de negros hábitos; el segundo, lleno de palabras, dialéctico y paródico, acontece en época contemporánea, aunque en el marco anacrónico de un palacio dieciochesco: la Villa Pisani en el Véneto, en la que se reunieron Mussolini y Hitler, al igual que en la película lo hacen los empresarios Klotz y Herdhidke (este último, con su cirugía plástica, parece una visión profética de Berlusconi).

El episodio protagonizado por Pierre Clementi transcurre en un pasado impreciso, en el que los hombres manejan armas de fuego pero mantienen condiciones de vida propias de eras más primitivas; no consiste, como anteriores películas de Pasolini, en una recreación de mitos clásicos, sino en la creación de una nueva mitología. Está rodado en las alturas del Etna, al igual que el episodio de las tentaciones de Cristo en El evangelio según San Mateo; como escribió Serge Daney, el innominado protagonista es como un Cristo que hubiera cedido a las tentaciones del demonio, un hijo desobediente creador de una nueva religión basada en la transgresión de los tabúes que describió Freud: matar al Padre, afirmar la primacía de los derechos del cuerpo frente al “Tú debes” que dicta la pertenencia a la sociedad “civilizada”.

En el segundo episodio, el protagonista, Julius, interpretado por Jean-Pierre Léaud, es el retoño del magnate Klotz (Alberto Lionello, haciendo de personaje de Grosz con bigotillo hitleriano), un hijo ni obediente ni desobediente; un ser apático que no sigue el partido de su padre, ni tampoco el de su novia potencial, Anne Wiazemsky, una activista revolucionaria recién salida de las películas que hacía por entonces con Godard.

Los movimientos juveniles del 68 pretendían, siguiendo a Marcuse, unir a Marx y Freud; Pasolini muestra la dificultad de rebelarse contra un padre del que uno puede heredar varios millones de marcos. El mismo autor afirmó que eligió Alemania como ejemplo extremo de adónde puede conducir la obediencia.

Porcile es deliberadamente hermética, carente de explicaciones. No debemos interpretar las imágenes en términos alegóricos: la poesía no puede traducirse; ni siquiera es necesario entenderla completamente para recibir el impacto de su fuerza de convicción.

Fragmento del texto publicado en: https://navegandohaciamoonfleet.wordpress.com
el pastor de la polvorosa
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