12 de enero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí nadie se cree nada. El director no se cree su propia película y sus actores no creen estar en ella. Al final de cuentas, el vejado espectador de esta basura no se cree nada de lo que ve.
Pensemos: si para el papel de un joven que sufre la dramática experiencia de verse injustamente encarcelado en una frontera sudamericana eligen a una patata como Diego Torres, entonces todo lo demás no puede ser otra cosa que desperdicios y heces.
Un argumento vacío, un guión desastroso y artificial, unas actuaciones verdaderamente penosas (se salva Laura Novoa, responsable de que la nota sea 2 y no 1); la dirección es increíblemente mala, por no hablar de la edición ni de los efectos especiales (propios del cine B).
Un auténtico vómito.
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