Me encantó esta película. Es divertida, el guión es alegre, la música está muy bien interpretada. Y como toda obra maestra tiene sus puntos flojos, lo cual no la hace peor.

Razones por las que verla:
- En general todos los actores (Fernán Gómez, Camoiras, Yuste, Ciges, Agustín González, Mary C. Ramírez, Juan Diego...) están soberbios. Metidísimos en el papel, lo cual es indispensable en una comedia coral como ésta.
- José Luis López Vazquez: merecemención aparte porque borda el papel de comisario fascista y mujeriego. Esos gestos y giros con que adorna su papel lo hace aún si cabe más divertido. No me canso de ver los grandes trabajos de este actor con mayúsculas. Más Lopez Vazquez y menos San Juanes, por amor de Dios.
- La historia: parece exagerada, pero desde luego yo no conozco bien hasta qué punto pudo haber ocurrido en España episodios como los que se relatan. Un poco cruel con la Iglesia (pero con estilo (no como las mamarrachadas de Mollá o Elejalde).
- La escena en el cuarto de baño de Roque (Fernán Gómez) con su hijo (Josema Yuste). Merece la pena verla sólo por esos minutos de extrema hilaridad. La de Agustín González revisando las obras prohibidas también tiene guasa...

Lo peor:
- Antonio Banderas: lo más flojo con diferencia del reparto. Bien es cierto que el papel es complicado, así a bote pronto no se me ocurre algún actor de la época que podría haberlo hecho con decoro. En cualquier caso lo de Banderas en insufrible en algunas escenas.
- Ana Belén: la nena canta bien, pero desde luego no da el pego en el papel de chica decente. Lo siento, hija.

En resumen, una película divertidísima, con un gran Azcona. Parece que no estuviese dirigida por García Sánchez.