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Voto de Quinto Sertorio:
5
3,6
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Terror. Ciencia ficción. Acción
Cuando en la remota ciudad minera de Rejection (Nevada) unos obreros caen en las garras de un depredador invisible, Hiram Gummer, propietario de la mina y bisabuelo de Burt Gummer, contrata a un mercenario para destruir a las carnívoras criaturas antes de que destrocen su preciada fuente de ingresos. Lo que destrocen es un asalto sin tregua que traslada el campo de batalla desde las profundidades de la tierra hasta las calles de ... [+]
7 de enero de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues tampoco está tan mal. Aparte de su factura televisiva y de sus pocos medios (como la original), el filme repite la estructura de guión de la primera película, como una especie de reboot u homenaje, pero trasladándola unos cien años al pasado, en la época del Far West. Todos estos filmes, escritos por S.S. Wilson, tienen como característica principal la interrelación entre todos los personajes del pueblucho y sus diálogos, más o menos divertidos. No son simples masillas para ser devorados por los bichos. Tienen vida propia.
Repite, respecto a la primera, Michael Gross, con un personaje que es el antepasado del que ha interpretado en las otras 4. Por tanto, para los seguidores de la saga todo es conocido, hasta el aspecto de los graboides, que vuelve a ser en su mayor parte, el de la primera entrega.
En cuanto a los personajes circunstanciales, destaca sobre todos un gran Billy Drago, como un pistolero de alquiler, bien definido, buenos diálogos e interacción con Gross y aspecto de spaguetti-western.
En fin, una peliculilla intrascendente sobre monstruos devora-humanos, que no aporta nada a la saga salvo el entretenimiento. Y no es poco.
Repite, respecto a la primera, Michael Gross, con un personaje que es el antepasado del que ha interpretado en las otras 4. Por tanto, para los seguidores de la saga todo es conocido, hasta el aspecto de los graboides, que vuelve a ser en su mayor parte, el de la primera entrega.
En cuanto a los personajes circunstanciales, destaca sobre todos un gran Billy Drago, como un pistolero de alquiler, bien definido, buenos diálogos e interacción con Gross y aspecto de spaguetti-western.
En fin, una peliculilla intrascendente sobre monstruos devora-humanos, que no aporta nada a la saga salvo el entretenimiento. Y no es poco.