Última aparición del personaje de Romana (y de Lalla Ward) en la serie del Doctor Who, aparte de una colaboración benéfica. Una historia densa, más propia de los cómics, original, pero densa. Es el episodio final de la trilogía del e-espacio. Aquí tenemos un espacio en blanco, una especie de espacio de bolsillo que nos recuerda el lugar de entrenamiento de "Matrix", solo que este es real. En él se encuentra el Doctor y una nave tripulada por unos humanos bastante desagradables, como descubrimos ya de inicio. Pasaremos del espacio en blanco, a un interior de una nave espacial y de ahí a una especie de lugar medieval flanqueado por una puerta gótica apuntada. Lo dicho, muy de cómic aunque bastante árido como ciclo telefílmico, diríase que es una buena idea, torpemente desarrollada y con diálogos y situaciones de relleno. Y ese final (ver spoiler) es bastante tristón, para lo que significa.

No es uno de los mejores ciclos. Mediocre. Aunque todo es relativo si vemos la porquería que actualmente se vende como "Doctor Who". .