Sorprendente película sobre hombres-lobo. Un guión bien trabajado, con su dosis de urbanización-no-tan-idílica, vecinos insoportables y mezquinos, fanáticos religiosos, policía despreocupada, veteranos del ejército y problemas familiares.

Un guión mucho más original que el de tantas y tantas películas de licántropos en los EE.UU. Esta te mantiene sujeto al asiento, bien por su textura más propia del clásico "Aullidos" de Joe Dante, con su toque ochentero, o por la soberbia interpretación de Nick Damici, de matrícula de honor, que dota a su personaje de una notable credibilidad, construyendo un personaje ciego que lucha por no ser un desvalido ni depender de nadie- "estoy ciego , no lisiado" es lo que suele decir- y enfrentarse a un peligro que sólo él ha descubierto. También es destacable Tom Noonan, visto de malo en "Manhunter" o en "Robocop 2" y que siempre construye unos personajes nada planos, siempre llenos de matices e intriga, como es el caso.

Aunque ciego, el protagonista nos puede recordar al personaje de "No respires" y su secuela, ya que ambos comparten la minusvalía y su experiencia en el ejército; sin embargo el personaje de Damici no parece un personaje de cómic ni su ceguera le da "superpoderes", sino que sabe utilizar mejor sus sentidos y la poca técnica que tiene a su alcance. Hay quién se sorprende de su puntería si es ciego, pero hay que recordar que los militares de élite deben disparar de noche, guiándose por el sonido, como hace aquí el protagonista.

Tras un arranque prometedor y un segundo tercio que sirve para situar a los personajes, es en su último tercio, que se desarrolla de noche, donde el filme se eleva, concentrándose la mayoría de escenas de acción y terror, para ofrecernos un sólido producto como dije, muy ochentero, que bebe tanto del mencionado Dante, como de Carpenter, y que hará las delicias del buen degustador del género. Descúbranlo.