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Voto de Quinto Sertorio:
5
20 de julio de 2018
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Triste película, carpetovetónica, una adaptación de una historia de por sí bastante absurda (¿es así el original literario?) en la que Sherlock Holmes y su mascota - porque Watson en este filme es una mascota - investigan una serie se asesinatos de unos señores que viven en la misma casa y que deciden esperar en la casa a la muerte violenta, que les viene anunciada por un sobre con semillas de naranja. Ninguno de los amenazados pone pie en polvorosa, se va al pueblo, o coge un tren y duerme en Glasgow. No, todos esperan su forzada desaparición.
Aunque la historia es bastante inverosímil y tiene bastantes incoherencias, donde se transforma en una especie de comedia sin pretenderlo es con las escenas y diálogos de Watson, siempre metiendo puyas al inspector Lestrade, pero no mostrando ninguna deducción o investigación de mérito, salvo por la casualidad. El ridículo máximo es la escena nocturna con lluvia, hablando solo (para el espectador) y disparando a diestro y siniestro como una balasera mejicana. En fin ....
Aunque la historia es bastante inverosímil y tiene bastantes incoherencias, donde se transforma en una especie de comedia sin pretenderlo es con las escenas y diálogos de Watson, siempre metiendo puyas al inspector Lestrade, pero no mostrando ninguna deducción o investigación de mérito, salvo por la casualidad. El ridículo máximo es la escena nocturna con lluvia, hablando solo (para el espectador) y disparando a diestro y siniestro como una balasera mejicana. En fin ....
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La mayor incoherencia: ¿Qué índice de mortalidad natural tiene ese pueblo para poder reciclar cadáveres en tan corto plazo de tiempo?
Uno de los amenazados se entretiene leyendo libros de crímenes.
Sherlock y mascota se van a profanar un cementerio como si tal cosa.
Conforme se incrementa la lista de muertos a los supervivientes parece que les de igual, no muestran ni aflicción, ni miedo, ni sentimiento alguno.
Uno de los amenazados se entretiene leyendo libros de crímenes.
Sherlock y mascota se van a profanar un cementerio como si tal cosa.
Conforme se incrementa la lista de muertos a los supervivientes parece que les de igual, no muestran ni aflicción, ni miedo, ni sentimiento alguno.