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España España · Manacor
Voto de enzo:
7
Animación. Aventuras. Comedia El druida Panoramix, después de darse un golpe con un menhir, pierde la memoria, lo cual supone una enorme desgracia, ya que sólo él conoce la fórmula de la poción mágica con la que los galos se defienden de la invasión romana. Astérix y Obélix intentarán por todos los medios resolver el problema. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El estudio Astérix realizaría un ultimo largometraje dedicado a los galos que sufriría varios cambios respecto a sus 2 predecesores. La tarea de dirección, la banda sonora y la adaptación caería en otras manos esta vez. Y por si eso no fuera poco, la compañía productora Gaumont aprobó el tercer y ultimo proyecto del estudio con la condición de poder compartir la producción con la compañía Extrafilm (cosa que dio como consecuencia que la producción acabase siendo franco-alemana).

Pero antes de discutir las consecuencias positivas o negativas de estos cambios vayamos a la historia. Los romanos intentan capturar al druida Panoramix para que los galos invencibles se queden sin la poción mágica. Y aunque durante el intento de captura estos se ven obligados huir por un menhir lanzado por Obelix su objetivo de dejarlos sin poción mágica se cumple porque el menhir acaba aplastando al druida y lo deja en un estado de amnesia y locura. Pero los problemas nunca llegan solos y un extraño transeúnte llamado Prolix que alardea de ser adivino atrae a atención de los aldeanos al sentirse indefensos e inseguros llegando-los a influenciar de forma grave.

Como en “La sorpresa del Cesar” se vuelve a realizar la jugada de mezclar dos albums. Esta vez concretamente “El combate de jefes” y “El adivino”. Y de hecho, hay una gran fidelidad en este ultimo en cuanto a atmósfera y diálogos. Pero no tanto en “El combate de jefes” donde solo se coge uno de sus 2 hilos argumentales (el de la amnesia alocada de Panoramix provocada por un menhir) y se pasa olímpicamente de la trama del combate de Abraracurcix con otro jefe galo. Pero fue inteligente mezclar estos dos albums porque ambos tienen como puntos en común la ausencia de Panoramix como protector y consejero y que casi toda la acción sucede en la aldea y el campamento romano de los alrededores.

Su estreno en 1989 fue el más discreto de la trilogía de los 80s de Astérix, aunque no supuso un fracaso tampoco. Yo creo que la razón de su ligera baja en audiencia fue el hecho de que la atmósfera era a ratos extraña y muy inquietante. Cosa que debió espantar a algunos. Pero ese misterio, esa intriga, esa especie de mal rollo es la misma que se respira en el álbum de “El adivino”. Por lo tanto, aplaudo esta fidelidad. De “El combate de jefes” se recoge su humor tan absurdo y realista derivado de la locura de Panoramix e incluso se da un paso más mostrándonos a ratos la bizarra perspectiva del druida. Y quizás otro factor que jugo en su contra es que a ratos la acción peca de ser un poco lenta.

Pero como puntos a favor destaco el trato a los personajes. Por fin tenemos una película donde el pueblo y sus habitantes es el gran protagonista. Sobretodo me encanto el protagonismo de aldeanas como Karabella o Arielle (la bella esposa del anciano Edadepiedrix), muchas veces las grandes olvidadas de las adaptaciones cinematográficas. Personajes ya vistos como Asuranceturix, Ordenalfabetix o Esautomatix siguen en su salsa. Vemos a un Astérix fiel a sus principios, sus convicciones y a su envidiable sentido común. A un Obélix algo susceptible al ser el culpable de todo el lio debido a su pequeño menhir. Y un Panoramix psicodelico que es la gran voz cantante en lo que se refiere a la parte humorística. También me encantaron el trío formado por el manipulador, astuto y malvado Prolix rodeado del avaro Centurión y el mandado y legal Optione y su eterno dilema sobre si el primero es adivino o no y si debe ser arrestado o no. Y como no acordarse del pobre legionario volador con su inseparable búho.

En lo que refiere a la calidad gráfica se hizo un excelente trabajo, todos los personajes están muy bien definidos con unos movimientos suaves y delicados. Todos los escenarios están muy bien ilustrados y hay un uso muy inteligente del color según el tono de cada escena y de cada escenario. Si bien en temas vocales esta vez solo hay uno y no es gran cosa la banda sonora instrumental de Michel Colombier es magnifica y se nota que se lo tomo muy en serio. Con tonos misteriosos como el del inicio en el bosque, otros terroríficos como el de la llegada de Prolix, otros que rozan la épico como la sorpresa de los galos al campamento y otros rebosantes de armonía y paz como la despedida del legionario volador.

En resumen, otra película más de Astérix que con la brillantez de su aciertos logró superar la gravedad de sus fallos dando un broche de oro a la interesante trilogía del Estudio Astérix y a la decada de los 80s. La ultima década en que, tanto a nivel cinematográfico como de cómic, se hicieron cosas realmente interesantes, respetables y dignas con la serie de Astérix.
enzo
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