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Voto de Caith_Sith:
7
Ciencia ficción. Drama. Romance Casi nueve años después de su aclamadísima ópera prima, "Primer", Carruth vuelve a ponerse tras la cámara -y vuelve a ejercer de guionista, compositor y director de fotografía- para contar la historia de un hombre y una mujer que se atraen el uno al otro para verse enredados en el ciclo vital de un organismo inmortal. La identidad se vuelve una ilusión mientras luchan para unir los fragmentos perdidos de sus destrozadas vidas. (FILMAFFINITY) [+]
19 de mayo de 2013
47 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo el debut de Shane Carruth, Primer (2004) como una película laberíntica, que sabía que era muy lista y no lo ocultaba en ningún momento, sin importarle el qué podría pensar el espectador o cómo de perdido se encontrase con su juego de viajes temporales. Sin embargo la disfruté, en cierta medida, como una experiencia diferente y arriesgada. Con "Upstream Color" esperaba algo similar, y sin embargo Carruth se las ha arreglado para ser fiel a su tipo de cine y al mismo tiempo reinventarse, estando mucho más cerca de la candidez que de la frialdad. Por así decirlo, si "Primer" era matemáticas, "Upstream Color" son ciencias naturales. Algo más orgánico, menos mecánico, infinitamente más humano. Si Terrence Malick no hubiera hecho "To The Wonder" borracho, habría salido algo asi.

"Upstream Color" se inicia con casi media hora en la que vemos cómo una mujer es secuestrada y dominada por alguien que desconoce. Lo que sigue a continuación es una historia de amor que se narra de forma desorganizada, alternando tiempos y personajes, para crear asi una sensación enrarecida sobre la percepción de la estabilidad de esa pareja. Interpretada impecablemente por Amy Seimetz y Shane Carruth, es un trabajo intenso en el que todo lo que sucede parecer tener un (doble) sentido, invitando a volver a verla para desentrañar todos sus secretos. Como "Primer", no es cine de entretenimiento propiamente dicho, es una película para estar activo y no pasivo, para intentar bucear en sus (excelsas) imágenes y tratar de capturar ese instante mágico que la haga perdurar. El guión es muy sólido desde un punto de vista estructural, pero tampoco está nada mal a nivel de diálogos e interacción entre los pocos personajes que tienen escenas de importancia en el film.

Sumemos un tercer punto de vista que no revelaré, y que esa primera media hora termina por ser determinante para la conclusión de una película-isla, cine independiente en el puro sentido del término; tan 'independiente' que no aspira a ser parte de nada superior, ni siquiera de convertirse en una obra de culto (como "Primer"). Es tan libre, tan de Carruth, que importa poco que llegue o no al público mayoritario. De hecho, imágenes al margen, me sorprende que cuando se estrenó en Sundance gustase tanto al público como para ser ovacionada. Lo único que cabe esperar que su director no vuelva a esperar nueve años para hacer otra película. Necesitamos más autores como él.
Caith_Sith
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