Tras degustar la fresca "Rampage" me dispuse a ver "The Final Storm" con la esperanza de que el gran Uwe me tuviese preparada otra joyita para reivindicar. Y empieza de forma que casi podría apuntar a ello, con un montón de secuencias rodadas a modo de informativo en las que vemos como varios lugares están siendo azotados por catástrofes naturales. Pronto la acción pasa a una familia que vive en el campo, un matrimonio con un niño que ve interrumpida su rutina con la llegada de un desconocido a su hogar, aparecido tras una temible tormenta.

"The Final Storm" inicia fantásticamente y mantiene el interés en cada minuto del metraje, sin ser -para nada- aburrida, aunque al llegar a su primer tercio -con la aparición de Perry- la película baja un poco el nivel. Normal, por otra parte, teniendo en cuenta que una de las secuencias que preceden a esta situación es una escena de sexo a lo bestia en la que Lauren Holly deja entrever lo bien que le han operado las tetas, pues las tiene bien firmes y de un tamaño considerable pese a su edad. De hecho, está bastante buena, siendo ella y sus "amigas" la principal motivación para mantenerse interesados hasta el final. No es que el resto del reparto interprete peor a los personajes que estas "tres", para nada: Perry mola bastante aunque físicamente demuestre que su Dylan quedó atrás hace tiempo, Bacic sencillamente mola y el niño-actor no da asco. Buena dirección de actores, sin duda.

El problema viene pues del lado del guión, trabajo de un mindundis (Boll no ha metido mano y se nota) que no es capaz de combinar los géneros que maneja y el resultado es demasiado irregular. Del cine de catástrofes se pasa al terror, sin olvidar el thriller post-apocalíptico, la ciencia-ficción, la intriga o la acción. Uwe rueda cada situación acorde a unos códigos, de forma correcta pero impersonal (al margen de la secuencia de sexo), se le ve un poco perdido, o cansado, tras completar la que parece ser su trilogía maestra en 2009. No pasa nada, Uwe, descansa y sigue regalándonos maravillas. Cuento los días para ver "BloodRayne 3".

P.D: Es alucinante, pero Butcher ha dicho exactamente lo mismo que venía a decir, incluso ha utilizado la estructura para la crítica que yo iba a usar; acojonante. Si es que Boll, cuando ilumina a través de su obra, lo hace como Dios manda... Así que eso: un telefilm que empieza bien y baja continuamente hasta un tramo final un poco (muy) convencional. Flojilla, de ese tipo de pelis que son “malas” pero no tienen carisma; simplemente son rutinarias, de esas de la sobremesa de Antena 3, a pesar de que se note el esfuerzo de Herr Doktor por crear alguna secuencia memorable.