Con mucho la mejor adaptación al cine de un videojuego. Las limitaciones técnicas y de guión de la basura protagonizada por Van Damme desaparecen aquí al realizarse una cinta anime de casi dos horas dirigida por Gisaburo Suggi, con la colaboración de Capcom (creadores del videojuego) y el excelente sonido de Sony Computer. Todo, en suma, conforman una cinta de animación impresionante, con secuencias para el recuerdo de un altísimo nivel que, si bien no llegan al nivel de las joyas de Miyazaki, por factura técnica no palidecen en ningún momento.

El argumento es bastante fiel -dentro de unos límites- con respecto al del clásico juego de lucha. Se introducen montones de personajes, unos protagonizan más escenas que otros, pero en su mayoría se encuentran aprovechados hasta en el caso menos necesario, como Dee Jay o T.Hawk. Sin duda alguna, los últimos 20 minutos son memorables, con Ryu enfrentándose a su mejor amigo, controlado por el malo maloso, hasta que se da cuenta de ello y se revela. Otras escenas como la lucha entre Chun-Li y Vega en la habitación son igualmente impresionantes.

La música es excelente, la animación mejor, la historia normalucha -pero tampoco pueden pedírsele peras al olmo, al menos es fiel-... Una Obra Maestra. No de la animación, es muy buena pero tiene cosas mejorables, pero sí como adaptación del videojuego al cine. La más digna de todas las que hay, y así será hasta dentro de mucho, mucho tiempo. Ni los dos posteriores largometrajes de Street Fighter, ni la serie SFII V, consiguen llegar a su nivel -si bien es algo que casi logran las OVAS de Darkstalkers Night Warriors-.