No es la película más significativa de este famoso género de los 70 llamado ''blaxploitation'' pero a falta de pan buenas son tortas. Pero lo que no hay duda es que en esta película estan muchos de los elementos que caracterizaran a este tipo de producciones por y para negros: fiestas llenas de tías desnudas, el típico chulo con sus oros y un policía honrado que quiere mostrar que quien manda es la ley. Esta película presenta una originalidad como que en la trama se incluye a un mafioso blanco para dar supuesto ''estilo'' a la película y a un policía corrupto (Anthonny Quinn) con unos métodos poco corrientes para sacar información. Originalidades aparte, la película esta muy bien hecha y para la gente que ama la ''blaxploitation'' no le defraudará.