En estos momentos siento un hueco en mi interior, puesto que ya no volveré a escuchar las palabras escritas en el título de esta crítica (con las que daba comienzo cada capítulo).

Puede que no se haya notado, así que diré que adoro esta impresionante serie fantástica de aventuras, con unos personajes con un encanto profundo, con capítulos muy ingeniosos, siempre exprimiendo al máximo la libertad que ofrece el calificativo "fantástico" (¡si hasta se tocan los viajes en el tiempo!). Me han cautivado hasta tal punto que no puedo ser objetivo en esta crítica. Hacía mucho que una serie no me conmovía de este modo, no me hacía partícipe hasta tal punto, ni me acercaba tanto a sus personajes.

Que sí, que el guión, algunas actuaciones y escenas pueden ser mejorables desde el punto de vista interpretativo, que tiene ese deje de "Hércules" y "Xena" (lo cual hará que algunos lo califiquen de cutrez), pero tiene una banda sonora magistral (desde épica, divertida, misteriosa, hasta inquietante, según el momento...), unos paisajes maravillosos, unos secundarios interesantísimos, unos enemigos fascinantes, algunos capítulos que son desde el punto de vista imaginativo verdaderamente brillantes e ingeniosos... Si a esto le sumamos una magia particular reconfortante, atrayente y envolvente que hace que uno quede atrapado en su atmósfera, sufra, disfrute y comparta el destino de los protagonistas, tenemos una serie que, a quienes les vaya este género, no defraudará.

He viajado con Richard Cypher.
He amado a Kahlan Amnell.
He compartido amistad con Zeddicus Zu'l Zorander.
He luchado junto a Cara Mason.
He desafiado a Darken Rahl.