Una película que construye lentamente una historia, una historia que puede que al espectador le cueste engancharse, pero merece la pena, no sólo por el final que tiene, sino por la solidez que muestra el guión.
Además, está interpretado de fábula, sobre todo me quedo con tres actuaciones, la de Miranda Otto, como la madre, actriz que ya el año pasado se marcó un gran papel como la villana de la 6ª temporada de Homeland, a la joven y aún desconocida actriz australiana, Kate Box y a Paul Schneider como el padre.

Un joven, (Sam Neil) vuelve después de muchos años, tras el suicidio de su madre, para la boda de su padre (Geoffrey Rush) con una mujer mucho más joven, (Anna Torv, "Fringe") con su regreso se reencontrará con un amigo de la infancia, su mujer y su hija. Con su llegada se desvelará un viejo secreto que atañe a ambas familias y que hará que la vida de todos los personajes se tambalee y desmorone, especialmente la de "The daughter"

Impresionantes actuaciones, emotiva banda sonora, gran fotografía. Un drama rural australiano, que merece la pena ser visto.