Otra película de zombies dedicada exclusivamente a los aficionados al género, que tiene diez minutos a mitad de película, y otros diez minutos al final de la misma donde los protagonistas matan zombies como si no hubiera un mañana. Especialmente destaca un plano secuencia de un par de minutos, donde el reportero, Chase, decapita zombies con su particular katana con forma de disco de radial, que son lo mejor de la cinta.
Entre medias, mucha cháchara, pobres actuaciones y un argumento poco consistente, que es una simple excusa para enfrentar a los personajes a la amenaza zombie.

Ambientada dos años después de los acontecimientos de la primera, nos muestra a Chase intentando desenmascarar al Ejército y el uso que hace de la cura, el Zombrex, y como debe infiltrarse en la base secreta para evitar que ejecuten el programa Afterlive y maten a un millón y medio de humanos infectados que aún no han desarrollado la enfermedad.

Como digo, los aficionados al género, encontraran un puñado de minutos satisfactorios, pero a mí me parece demasiado poco para darle un cinco a la película.