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Voto de antonalva:
6
Drama Drama sobre dos familias atrapadas en las restricciones hinduistas. Benarés, la ciudad santa a orillas del Ganges, no tiene compasión con aquellos que no respetan las tradiciones. Deepak, un estudiante de un barrio pobre, se enamora perdidamente de una chica de una casta superior. Devi, una universitaria cuyo comportamiento se sale de lo establecido, intenta superar la desaparición de su primer amante, mientras su padre, Pathak, es ... [+]
17 de septiembre de 2016
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pareciera que en la India tuvieran una enraizada querencia hacia el folletín desaforado… o acaso es que tan sólo nos llegan dichas películas hasta nuestras pantallas. Creo que las tres o cuatro últimas que he visto, adolecen de las mismas características: un exceso de dramatismo extravagante y afectado que acaba por deslucir las (por lo demás buenas) intenciones que albergan. Seguramente sea tan sólo la forma elegida para señalar las notorias disonancias y contradicciones que se dan en aquel inmenso y sobrepoblado subcontinente… los recurrentes conflictos entre tradición y modernidad, los flagrantes abusos, corruptelas y atropellos de la autoridad o de la burocracia, el doloroso y criminal menosprecio hacia la dignidad de la mujer, las servidumbres milenarias de una sociedad dividida a rajatabla en diferentes castas irreconciliables. A buen seguro que motivos no faltan para la desventura, pero las obsesivas tramas folletinescas resultan cuasi paródicas y acaban distanciando al espectador foráneo.

Es innegable el encanto que desprenden las embelesadoras y fotogénicas imágenes de esta cinta – pese a su rancio tufillo melodramático – sobre todo debido a que sus dos atractivos personajes protagonistas se hacen querer desde el inicio y nos importa todo lo que les pase aunque haya un lastimero patetismo algo desorbitado en el enredo que les ha tocado en desgracia habitar, ahíto de colosales adversidades. Y el mítico y caudaloso Ganges como dolorido testigo mudo de su infortunio – o quizás de una incierta esperanza lisonjera. Muerte y renacimiento se dan así la mano con evidente destreza. Su simbolismo peca acaso de simpleza pero se hace perdonar por la complicidad que despierta en un público que agradece que no todo sea oscuro, hermético e indescifrable.

Existe una clara descompensación entre un guión tan ingenuo como hiperbólico – que impide tomarse demasiado en serio el sinfín de calamidades que lo pueblan – y una certera dirección, competente y esmerada, que sabe sacar partido tanto de las bulliciosas localizaciones como de los actores y de cómo éstos se relacionan entre sí. Hay un ingenio y agudeza en la mirada que narra la historia, que deja aún más en evidencia los artificios retóricos del penoso texto que le sirve de sustento. La manifiesta y loable humanidad del relato queda así difuminada y pervertida por los oropeles trágicos que adopta, fruto de una pose impostada que devalúa y socava su contenido.

Con todo, pese a sus patentes trampas y supercherías, la película se muestra cautivadora y sugerente. Sin negar sus imperfecciones, deviene en un muy disfrutable placer voluptuoso.
antonalva
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