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Voto de Quatermain80:
7
Aventuras En 1850 dos intrépidos aventureros, el Capitán Richard Francis Burton (Patrick Bergin) y el teniente John Hanning Speke (Iain Glen) emprenden juntos un peligroso viaje por el interior de África para intentar descubrir el nacimiento del río Nilo. La expedición se realiza en nombre del Imperio Británico y de la Reina Victoria, y los dos saben que tendrán de enfrentarse a grandes peligros pero, contra todo pronóstico, se adentran en medio ... [+]
29 de octubre de 2010
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habían pasado muchos años desde que viera por primera vez esta película, y ahora que he vuelto a verla puedo decir que la experiencia ha sido verdaderamente placentera. Y es que este tipo de filmes, que describen la verdadera gesta que los hombres han realizado en su historia (la exploración e investigación de su propio mundo), entronca íntimamente con el mundo de la aventura, la audacia y lo desconocido, todos ellos ámbitos asociables a las inquietudes de la infancia y la juventud, en las que todo son incógnitas y retos.

Por eso, cuando en una secuencia de la película vemos a Burton inclinado sobre un mapa que está prácticamente en blanco, sentimos como él la ambición de abrir caminos nuevos, de vivir plenamente, del modo en que sólo los aventureros pueden hacerlo. Y desde luego, aquéllos británicos que a mediados del siglo XIX se lanzaron a desentrañar los misterios geográficos de África central, fueron la viva encarnación de la tenacidad, cuando no de la temeridad. Ellos, con la ayuda inestimable y siempre silenciada de los nativos y esclavos, fueron quienes rellenaron los huecos del mapa, y entre esos vacíos hallaron la solución al misterio más antiguo y codiciado: la ubicación de las fuentes del Nilo.

El filme, que goza de una correcta ambientación, un apreciable diseño de vestuario y unas magníficas localizaciones, centra su interés en el retrato de los dos personajes que emprendieron en primer lugar esta búsqueda; de un lado, Richard Burton, romántico y arabista, hombre de gran cultura y sensibilidad hacia otros pueblos, pero también de carácter tormentoso y altanero. Del otro, John Hanning Speke, mucho más gris, un perfecto producto victoriano, correcto, serio, eficaz y discreto. Unidos por una pasión común (explorar y conocer el interior africano), compartirán experiencias y penalidades sin fin en pos del Nilo, que será, paradójicamente, el motivo de su distanciamiento y ruptura. A pesar de que la contraposición entre ambos personajes está bien trabajada, la película insiste innecesariamente en sugerir que compartieron una profunda amistad, cuando la realidad es que su relación no superó la de leales compañeros expedicionarios.

Con un guión correcto y buenas interpretaciones, especialmente la de Bergin encarnando a Burton, la película transcurre a buen ritmo, sólo demorado por la subtrama amorosa, que presenta algunos momentos prescindibles, pero que no impide que el espectador, concluido el visionado, experimente la satisfacción ya casi olvidada de haber transitado por caminos nuevos, esos que aguardan en los mapas vacíos y que nos retrotraen a la infancia, cuando todo estaba aún por descubrir.
Quatermain80
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