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Voto de Quatermain80:
7
Western Un tahúr y un pistolero forman una pareja invencible que nadie consigue derrotar, pero llega un momento en que tendrán que enfrentarse entre sí por causa de una mujer. (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2012
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la modestia no está reñida con la calidad es una aseveración demostrada por muchas películas y directores, y entre estos parece necesario citar a Allan Dwan, realizador hoy muy olvidado, a pesar de su larguísima carrera en Hollywood. Ciertamente, pocas veces pudo contar con buenos presupuestos (al menos durante los años cuarenta y cincuenta), pero ello no impidió que dirigiera historias interesantes y personales como lo es la que aquí nos presenta.

Más allá del retrato acertado de una pequeña ciudad minera, que se mueve en torno a las claves habituales (los mineros, jugadores, cazafortunas, "señoritas de compañía" y rufianes), esta película centra su interés en dos hombres solitarios (uno por ambición y otro por necesidad) que se encuentran y establecen una sincera amistad; a Dwan suele interesarle poco la acción, que en ningún caso es el motor de sus películas, siéndolo en cambio los sentimientos y las actitudes, cuya plasmación aborda casi siempre contraponiendo a los protagonistas con la comunidad. Así, en el presente caso, tanto Tennessee como Cowpoke son tipos que viven al margen de la comunidad, pues el primero es jugador, y por tanto tenido por tramposo y de poco fiar, mientras que el segundo, minero, vive en soledad. Ambos personajes aparecen necesitados de paz, de un "refugio" que cambie el sentido de sus vidas, y la amistad que surgirá entre ambos es fruto de esa comunión de intereses, y también el medio para lograrlos. La comunidad, por el contrario, aparece bajo una aparente respetabilidad, pero en realidad se revela como fuente de hostilidad para todos aquellos que no encajan en los valores aceptados, caracterizándose siempre por su hipocresía, y por la ligereza con la que se transforma en turba violenta a la hora de "ejercer" justicia, aspecto que ya abordó Dwan en su magistral "Silver Lode".

Como ya se ha apuntado estamos ante una producción modesta, que reutiliza decorados de otros filmes, haciendo de la economía de medios una virtud; aunque estas limitaciones se noten puntualmente, resulta apreciable la buena factura de la película, circunstancia debida a la experiencia del realizador y a la del director de fotografía John Alton, otro maestro en dar lo mejor de sí mismo con muy poco (hay un plano, ya casi al final, en el que Tennessee avanza lentamente hacia la calesa donde le espera "la duquesa", que es muy hermoso, tento en lo formal como en lo simbólico). El guión resulta correcto, no tanto por los diálogos como por el eficaz retrato de personajes, y las interpretaciones, teniendo en cuenta que no se podía recurrir a figuras de primera fila (Reagan desde luego no lo era, aunque años más tarde logrará una actuación memorable, interpretando el papel de presidente), cumplen suficientemente.

Concluyendo, una interesante película, que sirviéndose de un argumento clásico en el Western, trata siempre de trascenderlo para mostranos la amistad entre dos hombres de quienes, paradójicamente, nunca sabremos el nombre.
Quatermain80
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