Las malas críticas que ha recibido “Guys With Kids” son coherentes a uno de los peores pilotos vistos en televisión en los últimos años. Tal vez la serie que ha producido Jimmy Fallon ‘funcionase’ en los noventa pero repetir las mismas fórmulas, copiar descaradamente esos ya disfuncionales diálogos y humor y ceñirse a un catálogo de clichés y personajes estereotipados no conduce a nada. Para empezar, la serie tiene un terrible error de fondo y concepto para buscar un tipo de audiencia afín: los ‘singles’ y solteros huirán por su nula originalidad y ahogarse al argumento familiar con pequeñas y diabólicas criaturas, las ‘marujas’ considerarán que la imagen de la mujer que se da en la serie es pobre, rancia, maliciosa y de simples percheros a disposición de los tres protagonistas y, finalmente, los padres de familia que se puedan ver representados en esos roles televisivos… estarán tan cansados que preferirán otro tipo de divertimento que no les recuerde sus traumas diarios y familiares. En definitiva, “Guys With Kids” no tiene ninguna clase de sentido salvo que quiera aportar algo nuevo… Algo que, desde luego, no hace ni se molesta en intentar.

Las ideas se acaban en los primeros compases… Una vez que se muestra la premisa todo está perdido: tres tipos se giran en un bar mientras ven un partido de baloncesto y llevan a sus tres hijos colgados al pecho para hacer, a través de los bebés, lo que harían como colegas (choque de puños, pechos, etc.). A partir de ahí y tal vez por el público en directo se ansía hacer la típica-telecomedia-que-busca-desesperadamente-cada-treinta-segundos-conseguir-risas… que encima parecen enlatadas. Puede ser que quieran traumatizar tanto a la audiencia con el caos familiar presente para que nadie se anime a engendrar a más criaturas infernales, pero lo que no tiene sentido (y da cierto asco) es que los padres se atrevan a ir de víctimas siendo tan estúpidamente inmaduros. En el piloto cuentan con un cameo de Kareem Abdul-Jabbar y con momentos románticos de bochorno y vergüenza ajena. Véase el instante “Titanic” o el lavado de un bebé en un fregadero para que… de repente y por un truco que ya quisiera David Copperfield salga de allí seco y con el pañal puesto. ¿Es un homenaje a Georges Méliès tal vez?

Es una pena que hayan desperdiciado el funcional y acertado reparto en un arsenal de frases sin gracia y argumentos mal-copiados del “El Show de Bill Cosby”. Una pena por las intenciones de Anthony Anderson, Jesse Bradford o Jamie-Lynn Sigler, la hija de Tony Soprano,… que intentan desesperadamente sacar algo de jugo a un guión seco y fosilizado desde finales de los ochenta. ¿Apostamos? ¿Cuántos episodios emitirán de “Guys With Kids” antes de que anuncien su cancelación?