A veces pretender ser moderno o insólito no es una cuestión de estética sino sentimiento. Puede que en el devaluadísimo patio español, en el que cada vez que se repite más esa sensación de cine vetusto y regusto agrio cuando finaliza una película, funcione y haya que agradecer a Santi Amodeo sus esfuerzos aunque finalmente se vea tan sólo estética.

“Cabeza de perro” es una película cuyo argumento es un personaje y construir así un filme requiere de un actor que llene la pantalla. En mi opinión Juan José Ballesta no lo es aunque ahora mismo es el actor de moda al que le están cayendo todos los papeles de jóvenes (problemáticos o no).

Tiene 'idas y venidas' a “El efecto mariposa”, un narrador en tercera persona y algunas tramas completamente descartables…. ¡Y esas vibraciones!... y una enfermedad que no se cree nadie...dejando cierto sinsabor. “Cabeza de perro” huele a película inacabada aunque las pretensiones de Santi Amodeo son mayores. Con eso y con el entretenimiento (mínimo) que aporta me vale.