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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
2
Romance. Comedia Después de haber alcanzado en Europa un gran éxito profesional y mediático George Dryer (Gerard Butler), un apuesto ex-jugador de fútbol venido a menos, viaja a los Estados Unidos con la intención de reconciliarse con su ex-mujer (Jessica Biel) y con su hijo, que viven en Virginia. Al tener que empezar de cero, sin trabajo y con poco que hacer, George decide entrenar al equipo infantil en el que juega el chico, para disfrute de las madres del colegio. (FILMAFFINITY) [+]
30 de junio de 2013
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considerada una de las peores películas del 2012 para público y crítica, “Un buen partido” trata de combinar dos temas antagónicos: el fútbol y las comedias románticas. No es en absoluto una descerebrada idea ya que así se conexiona un punto de desencuentro habitual en las parejas: los chicos dirán que van a ver al espartano dándole balonazos testiculares a cualquier cosa con piernas que se acerca a su larguero, mientras que ellas palpitarán con sus desfases romántico-bobalicones y dicotomías de turno del tipo: ¿si salgo con Gerard Butler debo ponerme bragas o tanga? Otra cuestión es que la intención y prostitución hollywoodiense de Gabriele Muccino (de)genere en un mojón imperecedero o repleto de fétido olor. “Un buen partido”, desde luego, lo es.

En este ejemplo de recital de visibles fallos de continuidad, tendremos las situaciones del peor vodevil y momentos tróspido-infantiles por doquier, que nos harán replantearnos que el fútbol y las comedias románticas dañan seriamente la salud… mental. El niño lleva muy bien que su madre se cepille a un maromo en la habitación de al lado y se vaya a casar pero no puede consentir que su padre le ignore cuando marca un gol o que se dé el lote con las madres de sus compañeros/as de equipo en pleno partido. ¡Cuánto ombligo! El momento de ira cuando su papá se pierde su gol es lo más ridículo de los conflictos paterno-filiales vistos en tiempo. Aunque me preocupa más que se banalice de manera tan ridícula el divorcio de unos padres y el sufrimiento de un niño, simplemente me resulta vergonzoso.

Estereotipada hasta el fuera de juego y narrada como un partido repetiti-vo-mitivo, las travesuras y viajes por la entrepiernas de milfs deja claro que Gerard Butler, Catherine Zeta-Jones, Uma Thurman, Judy Greer y Dennis Quaid pasaron por allí a recoger el cheque, más que a intentar interpretar alguno de sus lamentables papeles. Es gracioso que las películas que tratan que sus personajes se reinventen a sí mismos para recuperar su vida perdida, no se aplique el mismo cuento a sus guiones. Previsible e insulsa hasta decir basta y rodada con la misma pasión que el canto de un gol del equipo visitante, “Un buen partido” se resume y trata de tener o no tener acento. Un acento que debería puntualizarse y marcarse en la palabra BODRIGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!
Maldito Bastardo
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