El debate está servido con ‘prohibiciones’ y ‘censura’ en tiempos de libertad. Si “Saw no se que parte (porque he perdido la cuenta) pero alguna…de las últimas” fue ‘prohibida’ y considera X iniciando un debate polémico sobre la libertad de expresión cinematográfica, imagínense que una madre lleva a su hijo a ver “Fehérlófia” acudiría inmediatamente al defensor del menor.

Aquí aparecen un dragón de tres cabezas y dos cojones y el coño más frondoso de la animación. ¡Es cierto! Deja a “Fritz the Cat” como una película infantil y absolutamente mojigata. Lo de gata no era un chiste. Pero eso no es todo: La princesa lasciva se alegra de ver la ‘espada’ de su hermano o el protagonista no es más que un aborto fogoso de una yegua. También hay vientos incestuosos ya que lo peor de todo es que ¡son hermanos! y proclama la autoamputación para salvar la vida del héroe.
Desconocía completamente que “Saw” fuese un plagio de una película húngara de animación de los ochenta. Y basada en un cuento popular…sí, sí… Lo de popular tampoco es un chiste.