“I Scream, You Scream, We all Scream, for Ice Cream”

Me esperaba muchísimo más de “We All Scream for Ice Cream” por el tándem compuesto por Tom Holland y David J. Schow. Del primero por codearse con adaptaciones de Stephen King y por haber dirigido dos películas del género llamativas en los ochenta: “Noche de miedo” y “Muñeco diabólico”; y del segundo por ser el autor de guiones como “El cuervo”, para series de este formato como “Más allá del límite” y la primera temporada de “Masters of Horror” (“Trayecto al Infierno”) y para las sagas de “Critters” y “La matanza de Texas”.

Puede que a algunos les resulte suficiente con este homenaje a tiempos mejores y su fusión de terror y comedia en un episodio intrascendente, pero un servidor se esperaba algo totalmente distinto:

- No me esperaba que el trauma que origina el asunto fuese tan lamentable: niño malo que fuma (Dios mío, voy a desmayarme) y putea junto a sus amiguitos a un payaso idiota que vende helados a niños aún más idiotas.

- Tampoco con confirmar que “We All Scream for Ice Cream” es una versión gélida, descafeinada y azucarada de “It”.

- Y mucho menos ese mediocre-horripilantus final tan típico y machacón con un homenaje previo a la siempre recurrente “Terminator 2”.

Tan recomendable (como diría el amigo Kingo) como meter los pies de un peregrino del Camino de Santiago, que ha hecho el recorrido entero descalzo, en el congelador y chuparle los pies, callos, costras y ampollas solidificadas hasta que se derritan.

Olvidable al 200%, aunque lo único que recordaré será su pegadiza canción que tarareo siempre mientras me dirijo junto a mi UZI a la filmoteca.

“I Scream, You Scream, We all Scream, for Ice Cream”