Me niego a recomendar “Violetta” a cualquier persona con edad mental superior a los tres años. Es más, haría un favor a la sociedad si después de ver esta serie se extirpa los ojos o le pide a alguien que lo haga si realmente le quiere y le estima. Horrible y pornográfica (en su sentido virginal) de principio a fin, tan estúpida, infecta y patéticamente escrita que convierte un episodio de los “Teletubbies” en “Origen” de Christopher Nolan. La única explicación a este tortura y vejación mental es que Ana Obregón en plena sobredosis hubiera escrito el guión.

Después de ver el primer capítulo pensé seriamente en cortarme las venas a los diez minutos para desangrarme durante el resto del episodio, dejando una nota póstuma condenando a “Violetta” como absoluta responsable de mis desequilibrados actos. Pensé también en tirarme por la ventana aunque las arcadas fueron tan continuadas y los dolores por todo mi cuerpo… que me quedé postrado en estado vegetal. Esta serie seguramente haya causado daños irreversibles a mi cerebro y ahora si veo cualquier cosa que me recuerde tan desagradable experiencia, intentará degollarme utilizando una goma de borrar… Disney Channel ha estrenado “Violetta” pero ahora mismo solo pienso en las posibles rimas que la describen: tarjeta, escopeta, grieta, bayoneta, paleta, analfabeta, metralleta, cazoleta, peineta, proxeneta, croqueta, obsoleta, “Ultravioleta”, cuchufleta, ETA, chufeta, porreta, ampolleta, calzoneta, guadañeta, mocheta, zurreta y, sobre todo, PEDORRETA.

Sí, es una serie infantil protagonizada por supuestos adolescentes que tienen más arrugas que el culo de una gallina. El argumento es lo más trillado y visto con una onda cercana al culebrón para pre-adolescentes, el musical, la dramedia… pero sobretodo el romance. Hábilmente han dispuesto un reparto internacional para que llegue a Latinoamérica y España con el mismo éxito. Sus padres se regocijarán con los valores que propone la serie: adolescentes cachondas, madres asesinadas en conspiraciones y mentiras recurrentes para educarlas. No entiendo que los mismos padres que juzgan los actos de José Bretón consientan que sus hijos vean “Violetta”: ¡Pero si ESTO también debería considerarse como homicidio! Al menos, involuntario… Destrozando ‘El Himno de la alegría’, reuniendo los universos de “Daniel el travieso”, “Hannah Montana”, “High School Musical”, “Un paso adelante (UPA Dance)” pero, sobre todo-y-todas-las-cosas, produciendo vergüenza ajena a cada segundo, llega “Violetta”: celos de guardería, pésimas actuaciones, venganzas con servilletas, boicot a unos hippies con un zumo de una villana de cartón e instantes de ridículo y absurdo monumentales. ¡BIBA! En el primer capítulo una hippie que se hace emo para pasar a la acción y declarar la guerra. Yo también se la declaro a esta serie infecta y estúpida.