Parece que este peplum italiano intentó adelantarse a la superproducción estadounidense “Cleopatra” (1963) que que estaba rodando Joseph L. Mankiewicz. Sin embargo, aparte del encanto italiano del paisaje y de algunos actores no ha sabido aportarle nada nuevo de valor al clásico a la grandeza del clásico de la industria de Hollywood.

Quitando los primeros quince minutos del inicio y el encuentro (¡por fin!) entre Cleopatra y Julio César que dura cinco minutos apenas hay auténtica tensión dramática.

Es un peplum del montón aunque tenga cierto encanto por los actores se nota a la legua que no respeta la "grandeza" de los personajes ya mitificados. Son personajes vistos mil veces , en los que no se ha trabajado en su originalidad, sin apenas gracia original, argumento de lo más plano y machacado , no engancha en ningún momento, film que pasa con más simpatía cándida que gloria.

Parece increíble que se mantuviera algo en los cines aunque sea para el consumo inmediato de usar y tirar, cuando lo lógico hubiera sido, como tantas otras, por su calidad, haber pasado directamente a algunos cines de barrio de verano para pasar al olvido. No es que sea mala, es que no aporta nada.

Lo curioso es que lo más me atrapa es todo aquello que sin querer demuestra la gracia italiana de la época el gracioso poeta Apolodoro, los paisajes y la gracia de los rostros de los actores.

En fin, solo recomendable para los amantes del género.