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España España · Oviedo
Voto de Gould:
7
Drama. Comedia Saheita Sugimoto, un prominente terrateniente con una extensa y prestigiosa historia familiar, vive sus días como en una famosa canción popular nipona conocida como “El señor Shosuke Ohara”: con felicidad en el rostro, bebiendo y ayudando a sus vecinos. Saheita perderá la mayor parte de sus pertenencias; sin embargo, seguirá sin privarse de ningún placer y continuará ayudando a los habitantes del pueblo, aunque ello implique arruinarse por completo. (FILMAFFINITY) [+]
23 de abril de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película menor en la filmografía de Hiroshi Shimizu –si este adjetivo es pertinente en una carrera tan admirable como la del director japonés- que nos relata la historia del señor Sugimoto, al que se conoce por el apodo “Shoshuke” o borrachín, un generoso mecenas de familia noble y prestigiosa que ha ido dilapidando su fortuna entre generosas melopeas y dádivas sin límite –regala uniformes de béisbol a los niños o máquinas de coser a las jóvenes para que puedan ganarse la vida- en las que llega a pedir prestado para dárselo a los demás, lo que le llevará inconscientemente a arruinarse. De carácter bondadoso e inocente, es el señor “Shoshuke” es respetado como mediador en los conflictos y querellas de sus vecinos en su pequeño pueblo de cuatro mil habitantes.

La película se mece entre la comedia ligera y la amabilidad que va dando paso, imperceptiblemente, a la melancolía y al drama. Shimizu desliza la cámara por la casa de mediante esos travellings tan característicos de su filmografía, donde desnuda el trasfondo de los personajes y sus acciones, sin abandonar el clásico plano japonés a la altura de una persona sentada en el suelo.

Como casi siempre sucede en su cine hay momentos para una inefable melancolía de inaudita sensibilidad, como la prodigiosa escena de la lluvia, o para un humor elegante y despojado -como el duelo entre el ruido de las máquinas de coser y la ceremonia del sacerdote- y, en general, el retrato de los personajes es delicioso. Buena
Gould
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