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España España · Oviedo
Voto de Gould:
3
Drama. Musical. Romance La familia Tuttle está compuesta por el padre viudo, profesor de música, sus tres preciosas y casaderas hijas Laurie, Amy y Fran, y la sensata y lacónica tía Jessie. La llegada a casa de los Tuttle de Alex, un prometedor compositor, es como un huracán, pues es tan encantador que enamora a las tres chicas. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2018
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Raramente -aunque, a veces, suceda- un remake mejora el original y más difícil aun si el original es una entrañable y deliciosa producción de la Warner, “Cuatro hijas”, protagonizada por las hermanas Lane, donde debutó un jovenzuelo llamado John Garfield, dirigido todo con su habilidad característica por el maestro Michael Curtiz en 1938.

Lo que en la primera era inocencia, buenos sentimientos y humor aquí se convierte en una impúdica exhibición de almíbar capaz de producir un coma diabético. Y qué decir del plantel de protagonistas. Pese a mi simpatía por Doris Day –eternamente recordada por sus divertidas comedias con Rock Hudson-, su mojigatería, excesiva y ñoña, sus gestitos de monja alférez y su anti-erótica blusa, abrochada hasta el último botón del cuello, poco pueden hacer frente a la luminosa inocencia y las grandes dotes de Priscilla Lane de la primera versión. Por el lado de Frank Sinatra -excelente actor y una de mis mayores debilidades- competir con John Garfield por un papel de héroe romántico y atormentado es sencillamente imposible. Otra cosa es cuando se pone a cantar, claro está, pero todo parece estar demasiado a su servicio para lucirse a toda costa –venía de ganar un merecido Oscar por “De aquí a la Eternidad” de Fred Zinnemann y era uno de los productores de la película- hasta el punto de cambiar el guion original de Julius Epstein para tener un edulcorado final.

No acabo tampoco de explicarme la presencia de Ethel Barrymore, que parece todo el rato como ida –al parecer se pasó la mayor parte de la película en silla de ruedas-, mientras el eficaz pero insulso Robert Keith como padre de las hermanas, se rinde frente al despliegue de talento, entusiasmo y energía de Claude Rains en la versión original. Lo dicho: innecesaria
Gould
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